Después de una semana de Mundial de Clubes, una imagen es la que se ha impuesto en las calles, estaciones y gradas de Nueva York: el verde del Palmeiras. La hinchada brasileña está siendo, sin duda, la ganadora en número, ruido y ambiente en este arranque de torneo, superando con claridad a la afición de otros clubes participantes.
El debut ante el Porto, que terminó en empate sin goles, ya dejaba entrever la presencia de miles de torcedores brasileños que llamaron la atención de medios locales e internacionales. Según una estimación realizada por la organización del torneo, más de doce mil aficionados del Palmeiras habrían llegado a Estados Unidos desde el país sureño.
“La afición del Palmeiras es la única que ha generado ambiente real de Mundial. Parecía que jugaban en casa”, reconoce un periodista brasileño tras su primer partido en el Metlife Stadium.
La hinchada de Palmeiras marca diferencias
Las aficiones de Al-Ahly, desde Egipto, y Porto, desde Portugal, no sumaron más de diez mil aficionados entre ellas según estimaciones de la FIFA. La de Inter de Miami, aun jugando como local, tuvo un apoyo demasiado disperso, por lo que se confirmaba que la del Palmeiras ha despuntado por una presencia constante en todos los actos del equipo: entrenamientos, ruedas de prensa, fan zones y actividades en el propio Times Square.
“Vine con mi hija desde Campinas. Esto es parte de nuestra historia como familia. Si Palmeiras está, nosotros también”, contaba un aficionado acérrimo del club brasileño para confirmar la idolatría que existe por los clubes de fútbol en Sudamérica.
¿Cómo influye en la ciudad?
Los comercios de New Jersey, los bares de Manhattan y las tiendas de merchandising de todos los alrededores ya han notado el impacto de las almas brasileñas. Según datos oficiales de la Cámara de Comercio local, el gasto turístico del Palmeiras está entre los más altos del torneo, si no el que más: “Vienen en grupos, gastan, cantan, se quedan hasta tarde… son buenos para el negocio”, afirmaba el dueño de un restaurante en el Bronx.
Al Palmeiras le quedará, mínimo, el partido ante el Inter de Miami y los aficionados esperan resultados para organizar sus billetes de vuelta y hoteles.
