La situación en Nervión está muy lejos de ser inmejorable. Las sensaciones que el equipo deja sobre el césped son, sin lugar a dudas, peores de lo que refleja la tabla clasificatoria. El cambio de entrenador no ha mejorado la situación. La afición, enemistada con la directiva por su pésima gestión. Un club claramente a la deriva sin ningún ápice de mejora a la vista. Una grada que no ve a su equipo ganar en casa desde diciembre. En definitiva, el Sevilla, todo un histórico, está sumido en una situación dramática.
14 de diciembre de 2024. Esta es la fecha exacta de la última victoria del Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán. Su rival, el Celta de Vigo, casualmente el equipo al que se enfrentan en la próxima jornada de Liga. Un Sevilla plagado de canteranos, algo habitual a lo largo de la temporada, se impuso por 1-0 con gol de Manu Bueno. Desde aquel encuentro han pasado prácticamente cinco meses. En ese tiempo ocho rivales han visitado el templo de Nervión, un estadio cuya mística era inigualable, y en el que ahora cualquier rival es capaz de sacar petróleo.
Cambio de entrenador y drama absoluto en el Sevilla
Siete jornadas de infierno son las que se han vivido en Sevilla. Las cuatro primeras, bajo las órdenes de García Pimienta, y las tres últimas, bajo el liderazgo de Joaquín Caparrós. Siete jornadas consecutivas en las que el conjunto hispalense no conoce la victoria. 2 puntos de 21 posibles. Segundo peor equipo de la Liga en todo este tramo, solo por delante de un Valladolid colista ya descendido semanas atrás. Dos meses infernales para un club que no es capaz de ver la luz al final del túnel.
Una racha muy negativa que deja al equipo dirigido por Caparrós a seis puntos del descenso a falta de cuatro jornadas para la conclusión de la competición. En Nervión reinan la tensión y la incertidumbre alrededor de un equipo que no mejora y que no para de acercarse a la zona peligrosa de la tabla. Y el calendario está lejos de ser favorable para el Sevilla. Porque este fin de semana visitan Vigo, con un Celta completamente inmerso en la pelea por los puestos europeos. Después visitará el Pizjuán Las Palmas, actualmente en descenso. Duelo directo que puede decidir cuál de los dos equipos acaba salvándose. Y las dos últimas jornadas serán dos huesos duros de roer, Real Madrid y Villarreal, que estarán jugándose la Liga y los puestos de Champions, respectivamente.
La directiva, en el punto de mira
La situación con la directiva está al rojo vivo. El descontento de la afición con los dirigentes del club hispalense ha llegado a su punto álgido. Múltiples son las manifestaciones en los alrededores del estadio previas a los inicios de los partidos, así como los lanzamientos de billetes con la cara de Del Nido Carrasco y los cánticos contra el propio presidente y Víctor Orta, sucesor de Monchi como director deportivo del club.
Una gestión que deja mucho que desear, comenzando por las decisiones respecto al banquillo. Siete entrenadores en las últimas tres temporadas han pisado el banquillo sevillista: Lopetegui, Sampaoli, Mendilibar, Diego Alonso, Quique Sánchez Flores, García Pimienta y ahora Caparrós. Múltiples despidos y finiquitos que han dejado al club en una situación económica ruinosa. Los jugadores más importantes han sido vendidos: Bono, Koundé, Diego Carlos, En-Nesyri…y las inversiones con ese dineral ingresado han brillado por su ausencia. Un club histórico en las horas más bajas de toda su historia reciente