El nombre de Vinícius Junior ha acaparado el foco mediático en las últimas semanas. Después de una temporada en la que su rendimiento no ha estado al nivel de las anteriores, tampoco ha conseguido levantar cabeza en el Mundial de Clubes. La preocupación en el madridismo es evidente y la inquietud en el seno del club es creciente.
El Balón de Oro, punto de inflexión
Algo cambió el 29 de octubre, el día que Rodri Hernández conquistó el Balón de Oro, superando al propio Vini. Todo hacía indicar que el brasileño iba a proclamarse ganador del prestigioso galardón entregado por France Football, pero la situación dio un giro inesperado pocas horas antes de la gala. El 7 no tardó en mostrar su enfado en redes sociales. “Lo haré diez veces si hace falta. Ellos no están preparados”, escribió, dejando clara su frustración con la decisión.
Desde entonces, su brillo sobre el césped comenzó a apagarse. Atrás quedó aquel extremo incansable que desbordaba con facilidad, encaraba a los defensas constantemente y jugaba con ahínco y chispa. Ese talento desatado que levantaba al Bernabéu con cada arrancada se desvaneció entre la bruma del tiempo. Sus apariciones se volvieron intermitentes y su hambre de títulos, cada vez más difusa. El jugador que antes deslumbraba cada fin de semana se convirtió paulatinamente en una sombra de sí mismo.
Gris en los días grandes y tentado por Arabia
El Real Madrid firmó una temporada pobre, en la que florecieron multitud de problemas. Entre ellos, la ausencia del mejor Vinícius en los momentos clave. Acostumbrado a destacar en las grandes citas, este año su figura se desdibujó. No apareció cuando más se le necesitaba, y su falta de impacto en los partidos importantes se hizo notar. Mientras tanto, en los medios cobraba fuerza el rumor de una oferta mareante de Arabia Saudí, que aumentaba aún más el ruido a su alrededor.
Un mal Mundial de Clubes
Así las cosas, el torneo organizado por la FIFA se presentaba como una gran oportunidad para que el carioca recuperara sensaciones . Aunque sus primeros partidos pasaron sin pena ni gloria, ofreció una actuación notable en el último encuentro de la fase de grupos contra el Salzburgo. Marcó un gol de quilates y regaló una asistencia de tacón “a lo Guti”, devolviendo la ilusión a la afición.
Sin embargo, fue una reacción pasajera. En los partidos de octavos y cuartos, contra Juventus y Dortmund, respectivamente, manifestó una leve mejoría, pero no logró anotar ni ser decisivo. Y cuando más se esperaba que tomara el mando, en la gran batalla contra el PSG, desapareció por completo.
Una vez concluida la temporada, según MARCA, el Real Madrid tiene previsto mantener una charla con Vinícius y otros jugadores clave para evaluar hasta qué punto están comprometidos con el proyecto del club. Será un momento crucial para analizar el presente y el futuro de un equipo que busca recobrar su mejor versión.
