El Real Madrid viaja este fin de semana hacia su décimo compromiso de la temporada con una carta de presentación contundente. Nueve victorias y una sola derrota, la sufrida en el Metropolitano en un derbi que acabó 5-2 y dejó cicatrices. Pero en medio de esa marcha casi perfecta, hay un fenómeno que se ha vuelto imposible de ignorar: la conexión entre Kylian Mbappé y Arda Güler, dos futbolistas que llevan ya una temporada compartiendo vestuario, aunque con matices. El francés fue indiscutible desde el primer día, mientras que el turco, con Ancelotti, apenas encontraba minutos. La llegada de Xabi Alonso cambió el panorama. Hoy Güler es imprescindible y la sociedad con Mbappé se ha convertido en el eje del ataque blanco.
Una química inmediata entre Arda Güler y Mbappé
Mbappé ha irrumpido en el curso con la contundencia que se esperaba. 13 goles en nueve partidos, todos ellos como titular, con dos premios de mejor jugador en las dos noches de Champions. Pero lo que sorprende es el modo en que ha conectado con Güler, casi como si llevaran años compartiendo camiseta. El turco ofrece un fútbol sereno y preciso, su 89% de acierto en los pases lo demuestra. Pero también decisivo sumando 4 asistencias y 3 goles.
El reparto de responsabilidades no engaña. De los 23 tantos que ha celebrado el Madrid en este inicio de curso, 16 llevan la firma directa de uno de los dos. Cuatro de los goles de Mbappé nacieron en los pies de Güler, y el francés ya le ha devuelto un servicio para que anotara el turco. Es la radiografía de una sociedad que funciona como motor del equipo.
La confirmación en los últimos partidos
Las dos últimas jornadas no han hecho más que reforzar la sensación de que esta pareja va para largo. Mbappé marcó dos veces gracias a Güler y completó su cuenta con un penalti. Mientras que el joven turco se lució con un gol y una asistencia. Todo ello en partidos que el Madrid afrontó con hambre, sin la tentación de relajarse cuando el marcador se abría, sino con la convicción de seguir buscando portería.
Más que números
Los datos impresionan, pero lo que atrapa es la sensación que transmiten. Güler, premiado Mejor Jugador sub-23 de LALIGA EA SPORTS 25/26 en septiembre, ofrece pausa y clarividencia, Mbappé rompe con vértigo y potencia. Y quizá esa sea la mayor noticia para el madridismo: en un vestuario lleno de campeones, dos de ellos parecen haber encontrado una afinidad especial que multiplica sus talentos. El Madrid puede ganar de muchas maneras, pero cuando Güler y Mbappé se buscan, el gol casi siempre aparece.
El futuro inmediato tendrá sus pruebas de verdad, incluido el partido de mañana contra el Villareal y la respuesta tras el borrón del Metropolitano. Pero la temporada, de momento, tiene un relato claro. La historia de una pareja que en apenas nueve partidos ha convertido la terapia de goles en rutina.
