Esta semana, el Celta de Vigo tiene dos compromisos vitales por si quiere enderezar su rumbo esta temporada. Juega en casa si segundo partido de Europa League ante el PAOK, y el domingo, contra el Atlético de Madrid, también en casa.
El inicio de liga del equipo de Claudio Giráldez no ha sido nada positivo. Cinco empates y dos derrotas. A eso, hay que sumar la derrota en su estreno en la UEFA Europa League contra el Stuttgart en Alemania. En varias ocasiones, los jugadores celtiñas han comentado que las sensaciones de juego son buenas, pero que “la pelotita no quiere entrar”.
El PAOK griego es, quizás, el rival más asequible hasta la fecha para el club gallego en lo que va de temporada. No obstante, el Celta no se puede fiar tanto porque aún ni siquiera ha conseguido ganar un encuentro en la presente campaña. En varios encuentros, si no fuera por Borja Iglesias, el equipo celeste se habría ido de vacío sin sumar un solo punto. Pero Borja está en racha, y aunque la plantilla no esté en su mejor momento, el compostelano ha salvado al Celta en más de una ocasión de la derrota esta temporada.
PAOK… y Atlético de Madrid
El partido de este jueves de Europa League es crucial para los de Giráldez. Primero, porque busca ganar su primera victoria de la temporada, y además, es en casa delante de su afición. Una oportunidad de oro.
Y por si fuera poco, el domingo recibe a un Atlético de Madrid que llega en un estado de forma espectacular. Los de Diego Pablo Simeone llegan a Balaídos después de endosarle una “manita” al Real Madrid en la última jornada de liga y de volver repetir victoria por cinco goles ante el Eintracht de Frankfurt.