La despedida de Estadi Montilivi: la casa del Girona FC

El Girona FC podría decir adiós a lo que ha sido su casa durante mucho tiempo: Montilivi

El 14 de agosto de 1970 fue inaugurado el Estadi Montilivi. Aquella vieja promesa de querer ampliar los horizontes del pequeño club a un gran club, cumplió las expectativas. Las gradas de Montilivi han vivido los primeros partidos del Girona FC en categorías nacionales, los ascensos que costaron sudor y lágrimas y la pasión de la afición por encontrar su segundo hogar.

Con una capacidad de 14.624 asientos tras ampliaciones recientes, Montilivi se ha quedado pequeño para poder seguir creciendo como el club quiere. Y ahora la noticia de un posible traslado de ese segundo hogar, produce un gran vértigo a la afición. El Girona FC estudia su mudanza a un nuevo estadio, dejando atrás ese hogar que tanto recuerdos ha vivido.

Desde aquel partido inaugural contra el FC Barcelona, Montilivi ha sido testigo de ascensos, agónicas salvaciones y noches de gloria. El estadio ha recogido numerosas victorias, derrotas, alegrías, tristezas, tensión y pasión. Algo que los aficionados jamás podrán olvidar.

El Girona FC ha alcanzado cifras récord en abonados: para la temporada 2025-26 ya anunciaba 9.800 carnés, superando su propio récord de 9.700 en 2023.  En paralelo, cuenta con unos 13.000 socios. Cada asiento está ocupado por una afición que busca vivir esa emoción que el fútbol desprende. Montilivi no solo es un campo con hierba y asientos, es un recuerdo y una emoción que todo afición 

Ahora, mientras el club plantea una inversión de cerca de 100 millones de euros para construir un nuevo campo con zona de ocio, comercio y hostelería incluida, surge el dilema sentimental. Dejar Montilivi significa abandonar parte de la historia, de los recuerdos y de los pasillos donde la afición gritaba “¡Visca el Girona!” por primera vez. 

Pero también se trata de dar un paso al frente: si el club aspira a vivir noches europeas, si quiere que haya más de sus fieles en su estadio, si necesita crecer, quizá Montilivi ya ha cumplido su objetivo. Pero esto no es un adiós, sino un hasta pronto, donde las puertas siempre están abiertas para todos.

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