El Real Madrid fue incapaz de obrar el milagro ante el Arsenal en el Santiago Bernabéu. Los de Carlo Ancelotti mostraron más actitud y entrega que en el resto de grandes citas, pero volvieron a dejar al descubierto su falta de fútbol e ideas en la parcela ofensiva.
Vinícius Jr y Mbappé esta vez sí presionaron, Valverde y Bellingham se esforzaron por estar en todos sitios, los defensores no cometieron errores graves, Thibaut Courtois volvió a sacar su mano mágica, e incluso, se produjo ese fallo en la defensa rival que el conjunto blanco pudo materializar . Sin embargo, nada de esto sirve cuando el Real Madrid debe remontar tres goles pero es incapaz de generar peligro en la meta contraria. Durante los primeros 45 minutos, David Raya no tuvo que aparecer, y en los segundos 45, tampoco tuvo demasiado trabajo.
El Arsenal generó más goles esperados (2,05 frente a 1,50) y disparó el doble de veces entre los tres palos (6 a 3). Síntoma claro de la insuficiencia madridista en la zona de tres cuartos. La forma más recurrente de generar peligro para los merengues fue a través de los centros, tanto laterales como frontales. Pero la defensa excepcional del Arsenal supo neutralizar esta vía constantemente.
El Real Madrid fue demasiado cuerdo en el manicomio
El encuentro comenzó con la épica que requiere un noche mágica en el Bernabéu. El VAR, tras un tiempo mayor al habitual, advirtió a Letexier sobre un posible penalti de Raúl Asencio en un córner, y el colegiado no dudó en señalarlo. Ese penalti fue ejecutado por Saka, el cual trató de hacer una ‘panenka‘ que Courtois detuvo en el último instante.
Poco después, Letexier señaló un penalti de Rice sobre Mbappé, pero, tras cinco minutos de revisión, la sala VAR y el arbitro terminaron rectificando la decisión inicial. Durante toda la primera parte, el Real Madrid se instaló en campo rival, pero lo hizo sin amedrentar en absoluto a un Arsenal perfectamente estructurado.
La segunda mitad comenzó de una manera similar y no varío hasta que Ancelotti decidió hacer un triple cambio en el 60′. El Real Madrid pretendía ganar inspiración en el ataque con la entrada de jugadores como Dani Ceballos, pero terminó viendo como en el 65′ el Arsenal, al que a diferencia del Madrid no le superaba el ansia, trazó una triangulación perfecta que Saka solventó con maestría para poner el 0-1.
Inmediatamente después llegó ese segundo factor que no puede fallar en una gran noche blanca. El error del defensa más inusual en este tipo de acciones, William Saliba en este caso, que Vinícius JR aprovechó para restaurar la esperanza.
El paso de los minutos condenó al conjunto blanco. Y por si no fuera suficientemente duro lo que estaba sucediendo, Mbappé se marchó lesionado de su tobillo. En el 93′, con el partido roto y la eliminatoria sentenciada, Gabriel Martinelli alcanzó un buen balón al espacio y cerró el encuentro con un gran gol (1-2).
De esta manera, el Arsenal es merecidamente equipo de semifinales de la UEFA Champions League. Por su parte, el Real Madrid ve una nueva puerta cerrada en una temporada que se avista complicada.
