El Atlético de Madrid observa con inquietud la confirmación oficial de la Finalissima entre Argentina y España, fijada para el viernes 27 de marzo en Doha (19:00 horas). Un partido de enorme atractivo internacional que, sin embargo, se encaja en uno de los momentos más delicados del calendario rojiblanco, situado entre dos compromisos clave de LaLiga: la visita al Santiago Bernabéu el 22 de marzo y el duelo ante el FC Barcelona en el Metropolitano el 5 de abril.
Más allá del prestigio del encuentro, en el club preocupa el impacto directo que puede tener en la planificación deportiva de Diego Pablo Simeone. El parón internacional llega cuando el Atlético afronta un tramo decisivo de la temporada, con la exigencia física al límite y con partidos que pueden marcar el rumbo tanto en la competición doméstica como en Europa.
El viaje intercontinental, la acumulación de minutos y la escasez de días de recuperación elevan el riesgo en una plantilla que ya ha sufrido los efectos de este tipo de parones en cursos anteriores. No es el partido en sí lo que genera malestar en el entorno rojiblanco, sino el contexto en el que se disputa.
Un calendario al límite en el peor momento
El final de marzo se presenta especialmente exigente para el Atlético. En apenas dos semanas, el equipo puede jugarse buena parte de sus aspiraciones ligueras y europeas, con enfrentamientos de máxima exigencia y sin apenas margen para el error. En ese escenario, la irrupción de la Finalissima supone un factor desestabilizador que obliga a recalcular cargas, descansos y rotaciones.
Además de estar entre los encuentros ante Real Madrid y FC Barcelona, a ello se suma el calendario de la Champions League. Durante ese mismo mes, el Atlético tiene previsto disputar los octavos de final entre el 10 y el 18 de marzo, y en caso de avanzar, afrontaría el partido de ida de los cuartos de final entre el 7 y el 8 de abril. Un encadenado de encuentros de alta exigencia donde cualquier contratiempo físico puede tener consecuencias mayores.
🚨 Finalmente es 𝗢𝗙𝗜𝗖𝗜𝗔𝗟.
— Selección Española Masculina de Fútbol (@SEFutbol) December 18, 2025
España y @Argentina disputarán la #𝗙𝗜𝗡𝗔𝗟𝗜𝗦𝗦𝗜𝗠𝗔 el próximo 27 de marzo en el estadio Lusail de Doha, Catar.
ℹ️ Toda la información: https://t.co/61RS0YcoCH #VamosEspaña pic.twitter.com/ZXZjHRGVdd
Hasta nueve jugadores implicados y un riesgo añadido
La preocupación aumenta al observar el número de futbolistas del Atlético que podrían verse implicados en la cita de Doha. Hasta nueve jugadores rojiblancos tienen serias opciones de participar en la Finalissima, lo que convierte al club en uno de los más afectados por esta convocatoria extraordinaria.
En el bloque argentino, Julián Álvarez es un fijo para Lionel Scaloni, mientras que Giuliano Simeone, Thiago Almada, Nico González y Nahuel Molina cuentan con muchas opciones de entrar en la lista. Por parte de la selección española, Álex Baena, Pablo Barrios y Marcos Llorente han sido habituales en las convocatorias de Luis de la Fuente, a los que se suma Robin Le Normand, uno de los centrales de mayor confianza del seleccionador.
La comparación con otros grandes de LaLiga no pasa desapercibida en el entorno rojiblanco. Mientras que el Barcelona podría aportar hasta siete jugadores a la selección española, el Real Madrid cuenta, a día de hoy, con una representación sensiblemente menor, lo que refuerza la sensación de desequilibrio competitivo.
La Finalissima será una celebración del fútbol internacional, pero para el Atlético llega en el momento menos oportuno. Entre el Bernabéu y el Barça, con Europa en juego y el margen de error reducido al mínimo, el calendario vuelve a convertirse en un rival silencioso.






