La previa de la Juventus para el Mundial de Clubes 2025

Pese a una temporada convulsa, la ‘Vecchia Signora’ llega al torneo con la ilusión de recuperar su grandeza en el mundo.
Jugadores de la Juventus celebrando un gol

En Turín no se andan con chiquitas. Si hablamos de la Juventus, hablamos de historia, de gloria, de jerarquía, e incluso, quizá estemos hablando del club más grande de toda Italia. Pero también, en estos últimos años, de frustración, y mucha. Desde la salida de Cristiano Ronaldo, el club más laureado del país al sur de Europa ha vivido una gran caída en lo deportivo y un desconcierto institucional que explica, entre otras cosas, que su presencia en el Mundial de Clubes 2025 haya llegado por el ranking UEFA y no por obtención de títulos. Sin embargo, como ocurre con los grandes, basta un torneo de estas características para que todo cambie.

La Juventus clasificó al Mundial de Clubes como el octavo mejor equipo elegible en el ranking UEFA cuatrienal, gracias en parte a que el Barcelona eliminó al Napoli de la Champions League en 2024, impidiendo que los del sur les arrebataran el lugar. Irónicamente, la Juve estaba cumpliendo una sanción por exclusión de competiciones europeas cuando eso ocurrió.

Desde aquel último Scudetto en 2020, los bianconeri no han vuelto a reinar en Italia. En la temporada 2024/25 terminaron cuartos en la Serie A, a duras penas clasificando a Champions en la última jornada, y fueron eliminados por PSV en el primer cruce de octavos. En total, encadenaron su quinta temporada sin títulos.

El experimento con Thiago Motta, que llegaba con gran cartel tras su paso por Bologna, terminó abruptamente en marzo. Su equipo jugaba de forma previsible, con posesiones estériles, poco desequilibrio y una alarmante falta de contundencia. Empataron 16 partidos de liga, igualando el récord de Europa. Su sucesor, Igor Tudor, heredó un equipo golpeado pero le dio otra identidad.

El croata, exdefensor de la Juve y miembro de aquellas grandes plantillas de principios de siglo, aportó firmeza desde el banco. Su experiencia en Verona, Marsella y Lazio lo había perfilado como un técnico tácticamente flexible y capaz de gestionar planteles complejos. Con él, el equipo se volvió más directo, agresivo y físicamente intenso.

Si bien el cuarto puesto fue apenas el mínimo exigible, su continuidad para la 2025/26 fue confirmada por el nuevo director general, Damien Comolli, que llegó desde el Toulouse. Y con ese respaldo institucional, Tudor liderará a la Juventus en su debut en el renovado formato del Mundial de Clubes, que arranca con un cruce crucial ante Al Ain en Washington DC.

El símbolo de este nuevo ciclo tiene nombre y apellido: Kenan Yildiz. El joven talento turco, fichado desde el Bayern con apenas 17 años, heredó nada menos que el dorsal ‘10’ que usaron Sivori, Platini, Del Piero y Pogba, entre otros. La decisión de dárselo no fue casual, la Juve lo ve como la piedra angular del futuro.

Yildiz, que ya fue titular habitual en el cierre del curso, participó en 15 goles durante la temporada y lideró al equipo en regates completados. Más allá de su desparpajo con el balón, ha sabido aparecer en grandes escenarios: anotó ante el City en Champions, fue figura ante Milan e Inter y mantuvo su nivel en los momentos decisivos.

Su irrupción explica también por qué la Juventus vendió a Federico Chiesa al Liverpool y resistió ofertas por él mismo. El Mundial de Clubes podría ser el escenario perfecto para que el mundo lo conozca aún más. A sus 20 años, es la cara de la Juve que quiere volver a enamorar.

El plantel que llevó a Estados Unidos mezcla gente mayor, con experiencia, y los más jóvenes, con ganas y energía. El portero Michele Di Gregorio llega tras una gran campaña en Monza y se perfila como titular. En defensa, Gleison Bremer se recupera de una grave lesión, pero su liderazgo sigue siendo clave. El brasileño, que muchos consideran el mejor central de la Serie A cuando está en forma, es el sostén del sistema de tres centrales.

En el mediocampo, Khephren Thuram ha demostrado potencia física, capacidad de ruptura y despliegue box-to-box. Locatelli, capitán y referencia, se recupera de una lesión, mientras que Cambiaso y González aportan recorrido por los carriles.

Arriba, Tudor apuesta por una línea de mediapuntas con Yildiz y el luso Tiago Conceição, y un ‘9’ de referencia como Randal Kolo Muani, cuyo préstamo fue renovado desde el PSG para esta competición. También integran la lista nombres importantes como Vlahovic, Koopmeiners y Nico González, aunque todos ellos vienen de rendimientos no tan brillantes.

La Juventus integra el Grupo G junto a Al Ain (Emiratos Árabes), Wydad Casablanca (Marruecos) y Manchester City, el vigente campeón. Su objetivo es sumar al menos cuatro puntos en los primeros dos partidos, ya que cierran la fase frente al equipo de Guardiola.

Ese duelo ante los ingleses, programado en Orlando, será sin dudas el plato fuerte del grupo. Ya se enfrentaron esta temporada en Champions, con un triunfo 2-0 para la Juve en Turín, aprovechando la ausencia de Rodri y la fragilidad defensiva de los Citizens en transición. Será un buen termómetro para medir cuán lejos puede llegar esta Juventus que no llega como favorita, pero nunca puede subestimarse.

Con 36 títulos de liga y dos Champions en su historia, los Bianconeri llegan a Estados Unidos con más prestigio que certezas. Pero el Mundial de Clubes representa, para una institución tan golpeada en lo reciente, una oportunidad para reposicionarse, mostrar el talento de sus jóvenes y empezar a escribir una nueva etapa.

Tudor tiene el desafío de consolidar un estilo, de revitalizar un grupo y de competir con rivales mejor armados, pero con menos peso histórico. Y Juventus, como tantas veces en su historia, sabe que en los momentos límite es donde se juega su verdadera grandeza.

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