El regreso de Aymeric Laporte al Athletic Club se ha torcido. El central francés, que volvía a San Mamés tras su paso por el Manchester City y el Al-Nassr saudí, no podrá ser inscrito hasta enero. El motivo es que los papeles de su traspaso no llegaron a tiempo ni completos al sistema de la FIFA, lo que ha bloqueado su registro.
El Athletic asegura que entregó todo en plazo, pero la documentación que dependía del club saudí no se gestionó correctamente. Y en estos casos la FIFA es tajante: si el sistema no valida la operación antes del cierre del mercado, el jugador queda fuera hasta la siguiente ventana de fichajes.
La situación recuerda inevitablemente al famoso “caso De Gea” en 2015, cuando el portero estuvo a punto de fichar por el Real Madrid y todo se frustró porque los documentos llegaron unos minutos tarde. Ahora, la historia se repite, aunque en este caso el gran perjudicado es el Athletic.
El club vizcaíno todavía puede intentar un recurso ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), pero las opciones de que prospere son escasas. Lo más probable es que Laporte tenga que esperar hasta enero para volver a vestirse de rojiblanco.
Defensa bajo mínimos
El problema se agrava porque la defensa del Athletic Club está en cuadro. Yeray Álvarez está apartado por un positivo en un control antidopaje y Unai Egiluz sufre una lesión grave de rodilla. Esto deja a Ernesto Valverde con solo dos centrales puros disponibles: Dani Vivian y Aitor Paredes. Una plantilla que aspiraba a reforzarse con la experiencia de Laporte afronta ahora un inicio de temporada con muchos apuros.
Ante este escenario, las opciones son limitadas. La primera, esperar a que llegue enero y contar con el jugador entonces. La segunda, confiar en que el recurso tenga éxito, algo complicado. Y la tercera, tirar de soluciones internas: mover piezas como Yuri Berchiche o Beñat Prados a la defensa para cubrir las bajas, o en su defecto subir a algún canterano.
El fichaje de Laporte debía ser una garantía para afrontar un calendario exigente, pero de momento se ha convertido en un problema inesperado. El Athletic tendrá que resistir con lo que tiene, mientras espera a que su central estrella pueda volver a debutar en San Mamés dentro de unos meses.
