El Clásico del Bernabéu dejó una doble lectura estadística que define a la perfección el contraste entre ambos equipos. El FC Barcelona de Hansi Flick firmó su mayor posesión de balón (68,5%) desde la llegada del técnico alemán, pero el Real Madrid impuso su pegada y verticalidad, logrando una victoria sustentada en su récord de remates (23 en total, 10 de ellos a puerta) en los cinco enfrentamientos directos de esta etapa.
Desde que Flick llegó al banquillo culé, se han disputado cinco Clásicos, los cuatro primeros se saldaron con victorias azulgranas, pero el del domingo fue el primero que cayó del lado blanco, reflejando un cambio de tendencia. Pese al dominio en la posesión, los culés apenas transformaron su control del juego en peligro real.
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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) October 27, 2025
El conjunto barcelonista registró también su mejor marca de pases en un encuentro de 90 minutos (637), solo superada por los 670 de la final de Copa con prórroga y un acierto del 89,6% en las entregas. Sin embargo, esa superioridad técnica se vio neutralizada por la contundencia del Madrid, que apenas necesitó el balón para generar ocasiones. El portero Wojciech Szczesny fue decisivo al evitar una goleada blanca, con varias intervenciones de mérito.
Las duras derrotas del año pasado
En el apartado disciplinario y táctico, el contraste también fue notable: el Madrid, que hace un año cayó 12 veces en fuera de juego en el 0-4 del Bernabéu, esta vez solo lo hizo en cinco ocasiones. Además, sacó 12 saques de esquina, su cifra más alta en un Clásico reciente. Por su parte, el Barça mostró un perfil menos agresivo sin balón, con solo nueve faltas cometidas a lo largo del encuentro.
El duelo, en definitiva, evidenció la diferencia de estilos entre Flick y Xabi Alonso, posesión y control frente a intensidad y eficacia, dos caminos opuestos que marcaron el Clásico






