Un partido con aroma a final. El contexto clasificatorio de La Liga propicia que a mediados de marzo vivamos partidos absolutamente trascendentes de cara al devenir de los equipos. En este caso, la jornada 28 de la competición doméstica comienza con un enfrentamiento directo entre Las Palmas y el Alavés, dos equipos ubicados en la zona roja de la clasificación.
Las Palmas de Diego Martínez recibe en el Estadio Gran Canaria al Alavés del chacho Coudet. Los “pio pio” comienzan la jornada en el puesto 19 con 24 puntos. Dos por encima están los babazorros, décimo octavos clasificados. Sobra decir que los puntos en juego son de vital importancia para ambos conjuntos, que aspiran a continuar en primera división la temporada que viene. Una derrota hoy podría significar un golpe de moral significante y la victoria un increíble “punch” de energía.
Un Alavés con la moral alta
La temporada para el Deportivo Alavés está siendo complicada. Desde el comienzo de la temporada el equipo no mostró los mismos síntomas y la misma sinergia que el curso pasado. La dirección deportiva decidió sustituir a Luis García Plaza para tratar de cambiar la dinámica del equipo. Sin embargo, con la llegada de Coudet los babazorros no han mejorado su rendimiento, sino que lo han empeorado. Actualmente, se encuentran en puestos de descenso, algo que no había ocurrido con LGP. No obstante, la pasada jornada los blanquiazules se reencontraron con la victoria casi dos meses después en un disputadísimo partido frente al Villarreal.
Los aficionados del glorioso confían en que esta victoria signifique un punto de inflexión que propulse al equipo y lo eleve a zonas más estables de la clasificación. Con esta misma ilusión ha viajado la expedición de los de Coudet a Gran Canaria con el objetivo de llevarse los tres puntos. Para la tarea, el técnico argentino no podrá contar con Diarra, Antonio Blanco y Sivera, por sanción. Además, es duda Kike García.
Las Palmas obligada a reaccionar
La Unión Deportiva atraviesa un momento muy delicado. Tras la marcha de García Pimienta en verano, el equipo isleño no ha conseguido una regularidad que le llene de confianza para mantener la categoría. Luis Carrión fue el primer entrenador destituido de La Liga tras no conseguir buenos resultados al comienzo de la campaña. Su puesto lo cogió Diego Martínez. En un principio, el técnico gallego parecía estar capacitado en girar drásticamente la dinámica del equipo. Sin embargo, con el paso de los meses el mal juego unido a los resultados negativos han propiciado que Las Palmas esté en descenso a mediados de marzo.
La cita de esta noche puede ser una última bala para Diego Martínez, que ve su puesto peligrar. Las Palmas viene de caer por 1-0 en el Benito Villamarín y no conoce la derrota en liga desde el pasado 22 de diciembre cuando se impusieron por 1-0 al Espanyol. El contexto clasificatorio propio ,y el del rival, invitan a pensar que las consecuencias del duelo de esta noche puedan ser determinantes a la hora de dictaminar sentencia en cualquiera de los dos bandos.
