Después de 13 temporadas históricas en el Real Madrid, Luka Modric ha iniciado una nueva etapa en su carrera. A sus 39 años, el centrocampista croata ha fichado por el AC Milan, un club al que siempre admiró desde niño y con el que espera seguir compitiendo al máximo nivel. Su incorporación se hizo oficial el pasado lunes, y el pasado miércoles ofreció sus primeras declaraciones como jugador rossonero.
Un nuevo reto con el club que admiraba de niño
“Tuve otras ofertas, pero cuando el Milan se presentó, lo tuve claro desde el primer momento”, confesó Modric en una entrevista concedida al canal oficial del club italiano. “El AC Milan es uno de los clubes más grandes de Europa. No puede conformarse con un rendimiento mediocre y debe tener los objetivos más ambiciosos: ganar títulos y competir con los mejores del mundo. Por eso estoy aquí”, afirmó con determinación.
El croata firmó un contrato hasta 2026, con opción a una temporada adicional. A pesar de que el Milan terminó en un decepcionante octavo puesto en la Serie A y no jugará competición europea esta temporada, el veterano centrocampista no tiene dudas de que ha elegido un lugar donde podrá aportar y competir.
Además, desveló una conexión emocional con el club desde su infancia: “Cuando era niño veía mucho el campeonato italiano. El Milan era mi equipo favorito”, aseguró. Y añadió un detalle aún más personal: “En aquella época, en Croacia, seguíamos mucho al Milan porque era uno de los clubes más populares del mundo. También porque estaba allí Zvonimir Boban, que era mi ídolo”.
Una carrera longeva impulsada por la pasión
Modric, que cumplirá 40 años el próximo 9 de septiembre, sigue mostrando una motivación intacta. “Lo más importante es el amor por el juego, por el fútbol. Eso es lo que todavía tengo, lo que todavía siento en mis entrañas, ese fuego. Eso es lo que me impulsa”, dijo. “No hay ningún secreto, salvo la pasión, el amor por el fútbol”, insistió el subcampeón del mundo en 2018.
Con este fichaje, Luka Modric se suma a la lista de leyendas que deciden cerrar su carrera en una gran liga europea. Y aunque su etapa en el Real Madrid ya es historia, su ambición y amor por el juego siguen tan vivos como el primer día.
