El FC Barcelona y Clément Lenglet han acordado la rescisión de su contrato, que estaba vigente hasta el 30 de junio de 2026, poniendo fin a una etapa de siete temporadas en el club azulgrana. El central francés queda libre para firmar con el Atlético de Madrid, donde ha jugado esta última campaña cedido y donde volvería para disputar el primer Mundial de Clubes en su nuevo formato.
La ‘involución’ de Lenglet en el Barça
Lenglet llegó al Barça en julio de 2018 procedente del Sevilla FC, en un traspaso valorado en 35 millones de euros. En su etapa como azulgrana disputó 160 partidos oficiales, conquistando una Liga (2018/19), una Copa del Rey (2020/21) y una Supercopa de España. Sin embargo, con el paso de los años perdió protagonismo y encadenó tres cesiones consecutivas: Tottenham (2022/23), Aston Villa (2023/24) y Atlético de Madrid (2024/25).
La rescisión se ha acelerado en las últimas horas debido a que el Atlético de Madrid ha insistido en contar con Lenglet cuanto antes para inscribirlo en el Mundial de Clubes, que se disputará en Estados Unidos entre el mes de junio y julio. Simeone ha dado luz verde a su incorporación en propiedad tras una temporada en la que el francés ha participado en 34 partidos oficiales, ganándose la confianza del técnico argentino y asentándose como titular.
Operación beneficiosa para todos
Para el Barça, su salida supone un alivio económico. Lenglet tenía una ficha elevada, cercana a los 16 millones brutos anuales, y ya no entraba en los planes del club. Además, su marcha permite liberar masa salarial antes del cierre del curso y avanzar en la planificación de fichajes.
Aunque inicialmente se valoró un traspaso, ambas partes han optado por una rescisión de mutuo acuerdo que facilita el fichaje inmediato por el Atlético. En los próximos días, Lenglet podría firmar nuevamente como jugador rojiblanco para afrontar el desafío internacional del Mundial de Clubes.
Una salida ordenada, beneficiosa para todas las partes.
