La temporada no ha acabado para el Real Madrid y ya empiezan a aflorar los primeros problemas cara a la siguiente. Ya clasificado para los cuartos de final del Mundial de Clubes frente al Borussia Dortmund, el coloso blanco permanece a la espera de que se resuelva la incógnita sobre cuándo arrancará su particular andadura en LaLiga.
21 días de vacaciones…y pretemporada
El pasado martes se hizo público el calendario liguero de la campaña 25-26. El balón empezará a rodar el fin de semana del 16 y 17 de agosto, y ahí es dónde radica el problema. Según el Convenio Colectivo para la actividad del fútbol profesional, firmado entre la Liga Nacional de Fútbol Profesional (LNFP) y la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), los futbolistas deben disponer de 30 días de vacaciones. 21 de ellos han de ser ininterrumpidos, correspondientes al período estival.
Además, la situación cuenta con un condicionante extra: el Mundial de Clubes. Al haber sido una temporada en la que el desgaste ha sido extremo para los jugadores, los capitanes de Real Madrid y Atlético solicitaron a AFE tener tres semanas de descanso y otras tres de pretemporada.
Todo supeditado a lo que pase en el Real Madrid-Dortmund
Así pues, el encuentro de cuartos de final ante el combinado germano será un duelo bisagra. De caer eliminados, los de Xabi Alonso llegarían justo a tiempo para el primer envite de LaLiga, ante Osasuna en el Santiago Bernabéu. No obstante, en caso de convertirse en equipo semifinalista (jugarían 9 de julio), el desbarajuste de fechas sería estrepitoso. No se cumplirían los plazos requeridos para estar en plenas condiciones en la primera jornada. Por lo tanto, su debut en el torneo se retrasaría al fin de semana del 24 de agosto. Sería contra el Real Oviedo en el Carlos Tartiere.
Muchas dudas y pocas certezas
Es conveniente recordar que el acuerdo parecía estar encaminado. Todo hacía indicar que LaLiga, RFEF y AFE coincidían en aplazar la primera jornada de los participantes españoles que alcanzaran los cuartos de final del Mundial. Sin embargo, el escenario ha cambiado, la patronal no quiere mover ningún partido y ahora todo está en el aire. El calendario es muy apretado para los equipos con obligaciones europeas. Más aun para los que también son contendientes de la Supercopa, de modo que encontrar una solución al rompecabezas se antoja complicado.
Lo que parece descartado es que el Real Madrid reciba a Osasuna entre la primera y la segunda jornada (miércoles 19 o jueves 20 de agosto) , o entre la segunda y la tercera (entre el 26 y 27 de agosto). “Ellos ofrecen que se juegue durante las dos primeras rondas de la Copa del Rey, porque no tiene sentido aplazar la primera jornada para que después te pongan a jugar miércoles, sábado y sábado. Como en una de ellas se juega la Supercopa, pues entonces sería en la siguiente”, informaban en la Cadena SER en relación a la postura de la AFE.
En definitiva, el embrollo es morrocotudo. Todo dependerá de lo que haga el bloque madridista en Nueva Jersey el sábado. Si logra la victoria, el lío es inevitable.
