Cada día que pasa, el viaje de Luka Modric vestido de blanco se acerca a su fin. El croata ha escrito una de las historias más icónicas del Real Madrid, siendo reconocido en cada estadio que pisa. El último capítulo de esta bonita historia tuvo lugar bajo la lluvia de Philadelphia, donde el Real Madrid sumó su segunda victoria en la ‘era Xabi Alonso‘.
Allí, Modric disputó su 60º partido de la temporada, una cifra que en cualquier otro jugador sería notable, pero que para Luka se ha convertido en la normalidad más absoluta. En un año donde las lesiones han azotado al equipo con incontables partes médicos, el croata ha sido un baluarte incombustible. Su resistencia y constancia le confirman como un futbolista prácticamente “inmortal”, manteniéndose intacto mientras todo envejece a su alrededor.
Un futbolista de otra pasta
🚨 Luka Modrić has played 60 games this season – a personal record.
— Madrid Xtra (@MadridXtra) June 27, 2025
His previous highest was 53 games back in his first year at Real Madrid in 2012/13. pic.twitter.com/GndZBNLgHU
A sus 39 años, Modric sigue marcando diferencias con una naturalidad prodigiosa. Xabi Alonso, consciente de su importancia, lo ha utilizado como un refresco de lujo en los momentos clave de sus primeros partidos al frente del equipo. Ni siquiera el exigente calor de Estados Unidos ha mermado su rendimiento.
Aunque su número de titularidades se ha reducido esta temporada, cada vez que pisa el césped sigue siendo un líder, y el equipo lo nota. Su presencia da pausa y serenidad al juego, con la pelota buscando siempre sus botas en momentos decisivos. Luka Modric es único, un jugador intemporal, capaz de detener el tiempo con su fútbol
El legado de un maestro
From now on, any game could be Luka Modrić's last one for Real Madrid.
— Madrid Universal (@MadridUniversal) June 28, 2025
Enjoy it. 💔 pic.twitter.com/g4C3i9pzc3
Sabe que su retiro está cerca, pero el croata sigue sin negociar su capacidad para marcar diferencias. Su legado, eso sí, está asegurado. Modric ha dejado un poco de su fútbol en quienes le rodean, Bellingham, Valverde o Tchouameni son portadores de pequeñas dosis de su maestría.
Tras el Mundial, su próximo destino será Milán, donde continuará ofreciendo fútbol de altos quilates antes de poner fin a su carrera. A medida que el reloj avanza, Luka Modric demuestra que no solo juega contra sus rivales, sino también contra el tiempo. Y hasta ahora, sigue ganando.