Matías Fernández-Pardo, nacido en Bruselas en 2005, es una de las promesas más llamativas del fútbol francés. De padre español y madre italiana, tras formarse en la cantera del Lille y pasar por el Gent belga, volvió al club del norte este verano por unos 10 millones de euros. En Lille ha comenzado a abrirse paso poco a poco, mostrando explosividad, buen uno contra uno, desborde y una capacidad física llamativa para tan joven.
Pese a empezar la temporada sin muchas oportunidades, Fernández-Pardo dio un paso adelante en la Champions League. Su actuación ante el Atlético de Madrid fue un punto de inflexión, y ahora mismo lleva 2 goles y 1 asistencia en 3 partidos.
Comparaciones con Hazard
Se le llama “el nuevo Hazard” no por casualidad: juega como extremo (principalmente izquierdo), con habilidad para desbordar en velocidad, cambios de ritmo, regate corto y buena adaptación al pase en espacios reducidos. Estas son cualidades que recuerdan mucho al Eden Hazard de sus inicios en Lille.
Además, mide alrededor de 1,88 m, lo que le da ventaja física para combinar potencia y protagonismo en balones divididos. Tiene buen golpeo, es rápido, habilidoso, y empieza a mostrar también criterio en decisiones ofensivas.
Nacionalidad, selecciones y futuro
Aunque jugó para las selecciones inferiores de Bélgica (hasta Sub-19), Fernández-Pardo decidió representar a España, país de origen de su padre. En febrero de 2025 la FIFA aprobó su cambio de federación, y pronto se le espera en categorías Sub-21 de La Roja.
Fernández-Pardo no solo es promesa, parece tener madurez para influir ya. En partidos clave, su aporte ofensivo ha sido importante, y su perfil versátil le permite jugar por bandas o como delantero centro. Esto lo convierte en arma útil para distintos sistemas.
Para España es una gran noticia, podrían estar incorporando un jugador con alto techo que no solo llegará a selecciones mayores, sino que puede marcar diferencia si sigue su progresión. De momento, Fernández-Pardo representa lo que muchos esperan de una red de talento joven: calidad, ambición y proyección
