Luka Modric, a sus 39 años, está a punto de firmar un último baile con el Real Madrid. La decisión no la ha tomado él solo: Xabi Alonso, futuro entrenador blanco, ha solicitado expresamente que el croata continúe una temporada más. No por su peso en el campo, que será menor, sino por su influencia dentro del vestuario. Modric está dispuesto a asumir un rol mucho más secundario y a reducir significativamente su salario. Su continuidad sería estratégica para acompañar a los jóvenes talentos y nuevos fichajes, ejerciendo de capitán sin galones, pero con voz.
Un líder callado, una petición directa de Xabi
Desde que se confirmó que Xabi Alonso es el técnico elegido para liderar el nuevo proyecto del Real Madrid, en Valdebebas se han empezado a mover fichas. Una de las primeras solicitudes del vasco fue clara: quiere que Modric se quede. Lo considera un perfil esencial para mantener el equilibrio emocional del grupo, especialmente en un vestuario donde convivirán estrellas consagradas, promesas en ebullición y recién llegados.
Xabi, que conoce perfectamente la jerarquía del Madrid, sabe que la voz de Modric pesa. Y aunque no tenga ya la regularidad física para ser titular, su presencia es clave en el día a día. En el campo, aportará minutos de calidad. Pero fuera de él, será un puente entre generaciones, una figura respetada capaz de sostener la identidad del equipo en plena transición.
Modric asume su nuevo rol: menos césped, más legado
El croata ha entendido el momento. Modric ya no necesita ser protagonista cada semana. Acepta su nueva posición en la rotación y está dispuesto a disminuir de forma considerable su sueldo para encajar en la nueva estructura deportiva. Es un gesto que honra su relación con el club y demuestra su compromiso con el proyecto. Sabe que el medio campo está en manos de Bellingham, Camavinga, Valverde, Tchouaméni… y que minutos como titular serán contados. Pero eso no le molesta. Su motivación está ahora en ayudar a crecer a los que vienen y en cerrar su carrera con dignidad y pertenencia, en el club donde se convirtió en leyenda.
El gestor silencioso: una figura clave para el vestuario
Con la llegada de nuevos nombres como Dean Huijsen o Trent Alexander-Arnold (en conversaciones avanzadas), y con jóvenes como Arda Güler, Endrick o incluso Alexander Arnold en proceso de adaptación, tener una figura estabilizadora como Modric puede marcar la diferencia. Xabi Alonso, que fue jugador y capitán en su etapa final, sabe lo que significa tener a alguien así en el vestuario. Modric será ese guía discreto, un modelo de profesionalidad que puede sostener los momentos de tensión, cohesionar el grupo y ser la voz que no necesita gritar para que todos escuchen.
Su renovación, lejos de ser un asunto simbólico, tiene un propósito concreto: garantizar que el relevo generacional no se pierda en el camino.
