El destino quiso que en su primera semana como técnico del Benfica, José Mourinho tenga que volver a la que fue su casa: Stamford Bridge. Allí escribió algunas de las páginas más recordadas de la historia del Chelsea, conquistando títulos de Premier League y marcando una era en el fútbol inglés. Ahora, casi dos décadas después de aquel inicio fulgurante, regresa como rival en la Champions League.
Nuevo proyecto en Lisboa
Mourinho fue anunciado como entrenador del Benfica hace apenas una semana, tras una racha negativa que precipitó el despido del anterior técnico. El estreno en liga sirvió para calmar los ánimos: victoria por 2-1 ante el Gil Vicente, con doblete de Vangelis Pavlidis, y la sensación de que el equipo necesitaba un golpe de confianza urgente. La llegada de un técnico de su jerarquía es, sin duda, ese punto de inflexión.
Un recibimiento especial
El choque en Londres no será un partido más. Para Mourinho significa volver al lugar donde ganó el respeto eterno de los hinchas del Chelsea. Aunque después pasara por el Manchester United o el Tottenham, la conexión con Stamford Bridge nunca desapareció. Se espera un recibimiento cálido, incluso con cierta nostalgia, para uno de los entrenadores más influyentes en la historia del club.
El reto europeo
Más allá de la emoción, el reto es mayúsculo. El Benfica llega a Stamford Bridge con la obligación de competir en un grupo exigente y con la ilusión de la mano de un entrenador experto en noches de Champions. Para Mourinho, la cita representa la oportunidad de demostrar que sigue siendo un estratega capaz de incomodar a cualquiera, incluso al club que lo catapultó a la élite.
Mourinho y la Champions, una historia interminable
El regreso de José Mourinho a la Champions League, frente al Chelsea y en Stamford Bridge, tiene todos los ingredientes de una gran noche europea: historia, emoción, reencuentros y ambición. Un duelo que servirá no solo para medir al Benfica, sino también para comprobar hasta dónde puede llegar la enésima aventura de un entrenador que nunca pasa desapercibido.
