Nico Williams: entre el fuego cruzado de la guerra Athletic Club – Barça

La insistencia del Barça por el jugador ha llevado al límite la mala relación existente entre ambos clubes

Entre dos tierras, y no, no es la canción de ‘Héroes del Silencio’. Entre dos tierras se encuentra Nico Williams, que en las últimas semanas, se ha convertido en el centro de una tensión creciente entre el Athletic Club y el FC Barcelona, dos clubes que mantienen una relación cada vez más complicada. Lo que parecía un simple interés del Barça por fichar a una de las jóvenes estrellas del fútbol español, ha acabado destapando un conflicto mucho más profundo, y que viene de lejos.

El ‘Caso Negreira’ como punto de inflexión

La relación entre ambas directivas lleva tiempo enfriándose. El Athletic fue uno de los clubes más críticos con el Barça por el caso Negreira, y desde entonces, las diferencias entre clubes han ido aumentando. La última vez que ambos equipos se vieron en LaLiga, en la última jornada en San Mamés, no hubo saludo ni comida entre presidentes, algo poco habitual y que demostró lo deteriorado del vínculo institucional.

Nico Williams: la gota que colma el vaso

Ahora, el punto de fricción es Nico Williams, un jugador que el Barça quiere fichar desde hace tiempo. Aunque la pasada temporada ya hubo acercamientos, en este verano de 2025 las conversaciones han sido más claras. El director deportivo azulgrana, Deco, se ha reunido recientemente con el entorno del jugador, y eso ha hecho saltar las alarmas en Bilbao. El Athletic Club no quiere negociar y ha dejado claro que solo aceptará el pago completo de su cláusula, que ronda los 58 millones de euros.

Además, el club vasco ha trasladado su preocupación a LaLiga. Pide que vigile si el Barça cumple las normas económicas de fair-play, la llamada regla del 1X1, en caso de que intente llevarse a Nico. Todo esto ha derivado en cruces de declaraciones, tensión en los despachos y mensajes entre clubes en un ambiente cada vez más cargado.

Y en medio de esta tormenta, está Nico. Aunque el jugador ha escuchado ofertas y mantiene la puerta abierta a un posible cambio de aires, se ha convertido en la víctima de una guerra en la que nunca pidió entrar. Las consecuencias han sido duras. En los últimos días un mural suyo en Bilbao fue vandalizado hasta en varias ocasiones. Reflejo de una parte de la afición que no acepta la posibilidad de su marcha. Nico Williams está en el ojo del huracán, en un fuego cruzado al que todavía le quedan cartuchos.

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