El duelo entre el Barcelona y el PSG en Champions dejó un mensaje claro: Nuno Mendes volvió a imponerse a Lamine Yamal. El lateral portugués fue clave en el partido. No solo frenó al extremo azulgrana, también participó en la jugada del gol del empate que cambió el rumbo del choque.
Yamal salió con energía, encarando desde el inicio y buscando el desborde. Pero Mendes no se dejó sorprender. Estuvo rápido, fuerte en el uno contra uno y siempre bien colocado. Cada vez que el joven del Barça buscaba la línea de fondo, se encontraba con el portugués delante, que parecía anticiparse a sus movimientos.
En ataque también dejó su huella. En la acción del empate, Mendes apareció por la izquierda, generó el desorden y abrió el camino para que Mayulu marcara. Esa capacidad para defender y, a la vez, aportar arriba lo convirtió en uno de los mejores de la noche.
Este pulso entre los dos no es nuevo. Ya se había visto en la final de la Nations League entre Portugal y España, donde Mendes volvió a imponerse. El plan de su selección era claro: cortar a Yamal. Y el lateral lo cumplió. Incluso en ataque fue importante, mostrando que es un futbolista completo.
A sus 22 años, Mendes ha conseguido algo que pocos defensores logran: reducir el impacto de Yamal, al que muchos ven como el gran extremo del futuro. El jugador del Barça suele superar a defensas de primer nivel, pero con el portugués delante las cosas cambian.
