El llamado plan Miami nació con la intención de ser un hito histórico para el fútbol español, pero ha terminado convertido en un ejemplo de cómo la falta de consenso puede echar por tierra un gran proyecto comercial. LaLiga soñaba con disputar por primera vez un partido oficial en Estados Unidos, el Villarreal–FC Barcelona, pero el proyecto ha acabado cancelado entre tensiones institucionales, protestas y desconfianza.
El origen del ‘plan Miami’
La propuesta comenzó a gestarse a principios de año, impulsada por LaLiga y la empresa Relevent Sports, su socio estratégico en la expansión internacional. El objetivo era claro: consolidar la marca de LaLiga en el mercado norteamericano y seguir el ejemplo de otras competiciones como la NBA o la NFL, que celebran partidos fuera de su país para ganar visibilidad global. Javier Tebas presentó el proyecto como una oportunidad única para “llevar el fútbol español al siguiente nivel”.
El anuncio oficial
Tras meses de negociaciones, LaLiga aseguró haber recibido la autorización de la UEFA de manera excepcional, lo que supuestamente despejaba el camino para organizar el encuentro en el Hard Rock Stadium de Miami en diciembre. Con ese respaldo, Tebas anunció oficialmente el acuerdo junto a Villarreal y FC Barcelona, insistiendo en que se trataba de “una fecha histórica para el fútbol español”.
El anuncio provocó un auténtico terremoto. Mientras algunos sectores valoraban la oportunidad de internacionalizar la competición, muchos clubes mostraron su rechazo frontal. El Real Madrid lideró la oposición, calificando el plan como un intento de “romper la igualdad” del campeonato. Otros equipos se sumaron a las críticas, argumentando que disputar un partido de liga fuera de España alteraba la esencia y la justicia deportiva.
La oposición de los jugadores
En paralelo, comenzaron a alzarse voces desde los vestuarios. Frenkie de Jong, del propio Barça, fue uno de los primeros en pronunciarse. “No me parece bien jugar un partido de LaLiga fuera de España. Es una competición nacional y debe mantenerse aquí”, afirmó el centrocampista neerlandés. De Jong añadió que el calendario ya es “lo bastante exigente” y que “los aficionados locales son los que hacen grande esta competición”. Sus palabras reflejaron el sentir de muchos futbolistas.
Dani Carvajal, del Real Madrid, fue aún más contundente, calificando el proyecto de “adulteración clarísima” de la competición. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) respaldó estas críticas y denunció la falta de diálogo con los jugadores antes de tomar la decisión.
Ante las críticas, Javier Tebas defendió la legalidad del plan y aseguró que “LaLiga no puede quedarse encerrada en su propio mercado”. Por su parte, Joan Laporta reconoció el interés del Barça por internacionalizar el campeonato.
La protesta de los clubes y la censura de LaLiga
El conflicto alcanzó su punto álgido durante la última jornada de liga antes. Varios clubes decidieron protestar contra el plan Miami quedándose inmóviles durante los primeros 15 segundos de sus partidos. El gesto, coordinado por todos todos los equipos, incluidos Villarreal y FC Barcelona, quería denunciar que LaLiga no había contado con ellos para tomar una decisión de tal relevancia y reclamar más participación en este tipo de iniciativas. Sin embargo, LaLiga ordenó a las televisiones que no mostraran esas imágenes en la retransmisión oficial, lo que provocó aún más indignación entre los clubes y alimentó las acusaciones de censura.
OFICIAL: Se cancela el ‘plan Miami’
El 21 de octubre, Relevent Sports comunicó oficialmente a LaLiga que el encuentro debía cancelarse por “falta de garantías organizativas”. Pocas horas después, LaLiga publicó un comunicado lamentando la decisión y señalando a “factores externos” como responsables del fracaso.
El Villarreal volvió a expresar su malestar por la gestión del proceso, mientras que el FC Barcelona se limitó a acatar la decisión y a lamentar la oportunidad perdida.Lo que empezó como un intento de modernizar LaLiga y abrirla al mundo ha acabado siendo una muestra de sus propias divisiones. El plan Miami aspiraba a internacionalizar el fútbol español, pero ha terminado revelando que aún falta mucho por resolver dentro de casa.
