Tras el gran inicio de La Liga del Espanyol y la victoria de los de Carlos Corberán ante el Athletic Club, el partido entre ambos equipos era una incógnita de resultado, pero un seguro de buen fútbol. El encuentro tuvo fases de dominio para ambos conjuntos, dejándose ver sus virtudes y carencias, pero sobre todo su competitividad.
Planteamiento
Carlos Corberán decidió hacer cambios para su visita al RCDE Stadium: Javi Guerra y Dani Raba salieron del once para dejar hueco a Pepelu y Hugo Duro, dos habituales para el valenciano. Por su parte, Manolo González introdujo tres cambios en su alineación, dando entrada a Clemens Riedel, Charles Pickel y Kike García, con respecto al partido en Madrid.
El Espanyol entró mucho mejor al partido, creando ocasiones claras y teniendo el control de la pelota durante la mayor parte del primer tiempo. Aun así, el Valencia CF supo competir y en el 15′ Danjuma remató un centro de Luis Rioja al fondo de la red y le dio la ventaja a los de Corberán al descanso.
5 minutos de locura
El inicio de la segunda parte fue todo lo contrario a la primera: dominio del Valencia CF y el Espanyol aguantando las embestidas de los ches. Ocasiones de Danjuma o Luis Rioja estuvieron cerca de aumentar la ventaja blanquinegra, pero en el 58’, a la salida de un córner, Leandro Cabrera remató de cabeza y puso el empate en el marcador en Cornellà, dando un respiro a los pericos, que no encontraban su mejor versión.
Eso sí, tan solo cuatro minutos después, Hugo Duro se la devolvió al Espanyol, marcando de cabeza en otro córner y devolviendo la ventaja al Valencia CF, poniendo una gran losa en la espalda perica, que aún celebraba el empate y de nuevo se veía por detrás en el marcador.
Reorganización
Tras el gol de Duro, Corberán quiso protegerse: instaló una línea de cinco atrás, introduciendo a Foulquier como central y a Thierry Rendall como lateral diestro. Además, quitó a sus extremos Diego López y Luis Rioja para afianzar un 5-3-2, con el objetivo de hacerse fuerte en el centro del campo con el trivote (Santamaría, Ugrinic y Javi Guerra) y dar toda la banda a sus laterales/carrileros (Jesús Vázquez y Thierry Rendall).
Manolo González, por su parte, mantuvo el esquema, introdujo piernas frescas para llevar a su equipo más cerca del área valencianista y, aunque tuvo ocasiones, no consiguió el gol del empate ante su gente en un partido importante en casa.
Capitán al rescate
En el 95’, el Espanyol provocó una falta en tres cuartos de campo. Era la última del partido y hasta el portero Dimitrovic subió a rematar. El centro al área fue rematado en el segundo palo por Roberto, que la cambió de lado, y quien apareció allí para empatar el partido y hacer caer el RCDE Stadium fue el capitán Javi Puado, que con su cabezazo puso el 2-2 definitivo con el que se acabaría el encuentro. Ni siquiera se llegó a sacar de centro: el colegiado pitó el final y se confirmó el reparto de puntos en Barcelona.
El Valencia CF no remató la faena
Pese a todo el trabajo realizado por los jugadores y el cuerpo técnico para llevar el partido al minuto 95 con un 1-2 a favor ante uno de los equipos más en forma de la categoría, el conjunto che tuvo un despiste final que le costó dos puntos muy caros.
Los de Corberán pueden sacar buenas conclusiones, pero también alguna negativa, pues aunque hayan competido hasta el final una vez más y maximizado sus oportunidades, el sabor de boca es agridulce cuando empatas un partido que creías haber ganado antes de tiempo.
El Espanyol entró mucho mejor al encuentro, creando ocasiones claras y teniendo el control de la pelota durante la mayor parte del primer tiempo. Aun así, el Valencia CF supo competir y en el 15’, Danjuma remató un centro de Luis Rioja al fondo de la red y le dio la ventaja a los de Corberán al descanso.
