Volvió Pedri, volvió Raphinha, y como prometió Flick, vimos una mejor versión del Barça. El conjunto blaugrana fue aquel equipo reconocible que presiona, que domina y que somete a su rival como la temporada pasada. Su víctima, el Atlético de Madrid. Todo el mundo sabe que el Barça con Pedri es mucho mejor, al igual que con Lamine Yamal. Son jugadores que su nivel eleva el techo de su equipo, pero no solo ellos. El mundo se está dando cuenta que Raphinha hace mucho mejor al Barça y que sin él, el nivel colectivo pierde mucho.
“Me encanta. Juega de todo. Hace goles, presiona. El año pasado no sé como no ganó el Balón de Oro. La gente puede elegir a quien quiera, yo lo elijo a él”, declaró Simeone su admiración hacia Raphinha tras el partido. El extremo brasileño volvió tras dos meses de lesión ante el Athletic Club, donde jugó pocos minutos al final. Ante el Chelsea, tres cuartos de lo mismo.
Y ya en el siguiente partido, ante el Alavés en el Camp Nou, Raphinha volvió a ser titular y dio dos asistencias. Sin él, el Barça pierde gol, pierde alma, pierde presión, pierde a un capitán y pierde un jugador que hace mejor a todos sus compañeros. Contra el Atlético de Madrid, cuando más complicado estaba el partido con 0-1, Pedri le dejó solo ante Oblak y definió a las mil maravillas regateando al meta rival. Una definición que firmaría el mismísimo Ronaldo Nazario.
“Siento que muchas veces soy pesado. Pero ese soy yo. Yo exijo a los que sé que pueden dar mucho más”, declaró el propio Raphinha tras la victoria 3-1 ante el Alavés. El brasileño es el principio y fin de todo. El primero en presionar y también, en acabar la jugada como el mejor. Su actitud es la de un capitán. Y contra el Atlético de Madrid fue el mejor. Aparte del gol, su actuación en el campo fue indispensable para la victoria del equipo. Tanto fue el esfuerzo, que en el minuto 73, Flick tuvo que darle descanso.
Raphinha y sus números dignos de Balón de Oro
Pese a las lesiones y sus dos meses de baja, Raphinha sigue siendo pieza fundamental del Barça de Flick. Y así lo dicen sus números. Esta temporada suma cuatro goles y tres asistencias en 11 partidos en tan solo 645 minutos. Unas cifras que irán en aumento a medida que el extremo brasileño vaya ganando regularidad en su juego y confianza después de su lesión a inicios de este curso.
Los números de Raphinha no son nada nuevo. La temporada pasada fue el jugador del Barça que más participaciones en goles tuvo, con actuaciones estelares y claves dignas de un Balón de Oro. Todo el culé recordará sus goles ante el Madrid en la final de la Supercopa de España, su doblete en la remontada en liga ante el Celta, su hat-trick ante el Bayern o sus 13 goles en Champions.
La temporada pasada acabó con 34 goles y 26 asistencias en todas las competiciones. Unos números estratosféricos a la altura de una estrella mundial. Para poner en contexto, Dembélé, que ha sido el Balón de Oro en este 2025, hizo la campaña anterior 35 goles y 16 asistencias, datos inferiores a los de Raphinha. El brasileño es un jugador estructural para el Barça de Flick, y de bien seguro que con él, el equipo elevará mucho su techo de este año.
