Pese a que volvió a la dinámica colectiva de entrenamientos la semana pasada y todo hacia indicar que iba a poder jugar El Clásico, Raphinha ha recaído de sus problemas físicos y tendrá que afrontar una nueva recuperación.
25 de septiembre: primera lesión y un objetivo claro
La cronología es la siguiente. El 25 de septiembre, el astro de Porto Alegre se retiró en el minuto 65 del partido frente al Real Oviedo en el Carlos Tartiere con molestias. Al día siguiente, el club lo sometió a los pertinentes exámenes médicos y fijó un diagnóstico. Según manifestaba el comunicado de la entidad, el 11 sufría “una lesión en el tercio medio del bíceps femoral del muslo derecho“. Asimismo, el parte establecía un tiempo de baja cercano a las tres semanas.
Una vez conocido el alcance del percance, el objetivo para todas las partes era claro: conseguir que Raphinha se vistiera de corto en buenas condiciones frente al Real Madrid el 26 de octubre. La realidad es que la evolución del futbolista era positiva y todo apuntaba a que se podía lograr dicho propósito. Es más, el pasado miércoles entrenó junto a sus compañeros y desde Can Barça se empezaba a dar por segura su presencia en El Clásico.
Recaída y sin Clásico
No obstante, la situación viró el viernes. El jugador no saltó al entreno y las sensaciones en el seno de la parroquia blaugrana eran bastante negativas. Posteriormente, el extremo brasileño fue testado de nuevo y las pruebas confirmaron una recaída en la misma zona de la lesión anterior. Aún así, viajó con la expedición a Madrid y estuvo en el Santiago Bernabéu apoyando a los suyos.
En consecuencia, en la institución asumen la responsabilidad y creen que ha podido existir cierto grado de precipitación a la hora de planificar la vuelta del ex del Leeds. Raphinha estará otras tres semanas en el dique seco, de modo que Flick no podrá contar con él hasta bien entrado el mes de noviembre, es decir, después del parón de selecciones (se perderá con toda seguridad los compromisos ante Elche, Brujas y Celta).
