El Real Oviedo y el Rayo Vallecano firmaron un empate sin goles en el Carlos Tartiere en un partido duro, espeso y en el que brillaron acciones aisladas que pudieron decantar la balanza hacia cualquiera de los dos lados. La falta de precisión y la contundencia defensiva por parte de ambos conjuntos terminaron imponiéndose en una tarde de fútbol que dejó más frustración que ocasiones claras.
El primer aviso serio llegó por parte del conjunto local. En el minuto 30, Santi Cazorla rozó el gol con un disparo de falta que se estrelló en el larguero. El estadio ovetense contuvo la respiración durante un instante, pero en el rechace, Mendy reaccionó rápido para evitar el peligro y mantener a los suyos dentro del partido. Esa acción, una de las más claras de la tarde, despertó a un Oviedo que, a pesar de que mantuvo contra las cuerdas a los madrileños durante el último cuarto de hora de la primera parte, no logró trasladar su empuje al marcador.
Una segunda parte con más tensión que fútbol entre Oviedo y Rayo Vallecano
La segunda mitad comenzó con más tensión que fútbol. En el minuto 53 llegó una de las acciones más comentadas del encuentro: una entrada de Ilyas Chaira sobre Isi que levantó protestas inmediatas. El jugador del Oviedo perdió el balón y, en la disputa posterior, entró al tobillo del extremo rayista con una fuerza excesiva e inexplicable por el contexto que presentaba la jugada. El extremo del equipo ovetense vio la roja directa, desencadenando un choque más bronco con interrupciones constantes que dificultaron el ritmo de juego.
El momento decisivo del partido pareció llegar en el minuto 65, esta vez para los de Íñigo Pérez. En una acción dentro del área, Agudín cometió penalti sobre Jorge de Frutos. Isi asumió la responsabilidad desde los once metros, pero Aarón Escandell adivinó el lanzamiento y detuvo el disparo, convirtiéndose en el héroe local.
A pesar de haber errado en una ocasión tan manifiesta para deshacer el resultado inicial, el Rayo siguió buscando el primero. En el minuto 77, Unai López casi adelanta a los de la capital con un potente disparo, pero el balón se estrelló en el larguero y de nuevo se negó a entrar en la portería. Ya en el tiempo añadido, Pathé Ciss vio la cartulina roja por una agresión a Costas cerca del cuello, dejando así a ambos cuadros con diez efectivos sobre el terreno de juego en los 5 últimos minutos del encuentro.
Sin goles pero con intensidad, el duelo dejó la sensación de que ambos equipos tuvieron la victoria en la yema de sus dedos, aunque ninguno supo aprovecharla. El Tartiere despidió un empate que supo a poco para dos equipos necesitados de confianza en este tramo de temporada.
