El nombre de Rodrygo Goes es uno de los más recurrentes en la actualidad del Real Madrid. Después de unos últimos meses de temporada bastante turbulentos y repletos de rumores relativos a su futuro como jugador blanco, el Mundial de Clubes y la campaña 25/26 asoman en el horizonte y el papel que asumirá el joven brasileño siguen generando más dudas que certezas. El de Sao Paulo quiere revertir la situación y ha regresado con entusiasmo.
Un final de temporada abrupto
El contexto es clave para familiarizarse con el escenario que ocupa al 11. Todo empezó en la final de Copa en La Cartuja frente al Barcelona, cuando Ancelotti decidió retirarle del campo en el descanso tras una actuación poco convincente . Desde ese preciso instante, no ha vuelto a disputar ni un minuto con la camiseta madridista. Fue convocado para el Clásico pero ni siquiera se calzó las botas. Aunque la razón que se esgrimía en un principio desde el seno de la entidad para justificar su ausencia radicaba en los efectos de un proceso febril, todo lo que rodeaba al ex del Santos suscitaba un misterio que trascendía más allá. Días más tarde, se retiró de un entrenamiento con molestias aparentes y causó baja para las tres jornadas restantes de LaLiga.
Independientemente de los problemas físicos, es cierto que el rendimiento del talento carioca estaba en una línea decreciente y resultaba sorprendente que Ancelotti, uno de sus máximos valedores, no le involucrara en la dinámica del grupo. De hecho, también fue una de las bajas más significativas de la primera convocatoria del técnico italiano al mando de la selección brasileña.
El “desmentido” en redes
Sin embargo, el jugador se pronunció rápidamente en sus redes sociales para desmarcarse de las constantes informaciones que lo situaban en la Premier. “Gracias por todos los mensajes y preocupaciones. Volveré pronto, dejen de crear cosas“, expresaba el delantero.
La conversación con Xabi Alonso
Con el pistoletazo de salida de la era Xabi Alonso, Rodrygo ha sido uno de los primeros jugadores de la plantilla en incorporarse a los entrenamientos, y parece que con otro semblante bien distinto. En Twitter publicaba un carrete de fotos de las primeras sesiones bajo la palabra “Feliz” y, según MARCA, la charla que Xabi Alonso anunció que iban a mantener ya se ha producido, con conclusiones positivas.
En caso de que continúe, la solución más probable a día de hoy, se abre otro telón: su rol. Desde su aterrizaje en la ciudad capitalina en 2019, el extremo ha ido cogiendo galones paulatinamente, brillando en momentos destacados, como la remontada frente al Manchester City en 2022, pero nunca ha terminado de instalarse en el once debido a su falta de regularidad. En otras palabras, en ningún momento se ha consagrado en el plantel de la forma que sí ha hecho, por ejemplo, su compatriota Vinicius.
¿Titular o suplente?
Una de las claves sobre esta cuestión será el encaje táctico del entrenador tolosarra y la búsqueda de equilibrio, talón de Aquiles del conjunto blanco desde agosto. Es evidente que el jugador carioca explota sus condiciones cuando parte desde banda izquierda, de modo que está por ver si el extécnico del Bayer Leverkusen logra esa sinergia con Vinicius y Mbappé que hasta la fecha no se ha visto sobre el tapete del Santiago Bernabéu.
Otra opción que maneja Xabi Alonso es la de reforzar la sala de máquinas para estabilizar en mejor medida al equipo, lo cual provocaría que Rodrygo fuera utilizado más como un revulsivo capaz de inyectar energía en el tramo final de los partidos. Sin embargo, el futbolista de 24 años ha dado señales de disconformidad con ese papel en los últimos tiempos. Tiene la determinación de demostrar su valía y ha vuelto con la convicción de reivindicarse.
El abanico de posibilidades es amplio, quedan meses para ajustar y una competición de renombre como el Mundial de Clubes que puede ser una oportunidad para resarcirse y cambiar las piezas del tablero. Lo único claro es que Rodrygo ha reseteado y quiere pelear por su futuro en el Real Madrid.
