Rodrygo Goes no está firmando su mejor temporada. En 51 partidos con el Real Madrid acumula 14 goles y 9 asistencias, cifras que no son malas pero que se sienten insuficientes para un atacante del Madrid, sobre todo si se comparan con el peso ofensivo que ha tenido Vinícius o el impacto inmediato de Mbappé. Su irregularidad ha sido la gran constante: partidos brillantes y otros donde desaparece entre líneas, lejos del área y sin influencia. Le ha tocado jugar como extremo, como segundo punta y hasta como falso ‘9’, pero en ninguna ha terminado de asentarse. Es talento puro, sí, pero a veces da la sensación de que aún no ha encontrado su lugar real en el sistema.

¿Vender a Rodrygo si llega Xabi Alonso?
La pregunta empieza a sonar fuerte en Valdebebas. Si finalmente llega Xabi Alonso, cuyo sistema en el Bayer Leverkusen se basa en un 3-4-2-1 o un 3-4-3 con mucha ocupación interior y extremos que hagan daño por dentro, ¿tiene hueco Rodrygo? Y si lo tiene, ¿es prioridad mantenerlo en un equipo donde la competencia ofensiva será brutal con Mbappé, Vinicius, Brahim, Endrick y Bellingham en nómina? La venta no es un capricho: hay clubes de Premier dispuestos a poner mucho dinero sobre la mesa. Y hay quien cree que es el momento ideal para hacer caja con un jugador que sigue generando dudas cuando el partido no le viene de cara. Futbolísticamente, la duda no es el talento. Es la continuidad.
Si el Madrid decide venderlo este verano, se despedirá de Vini después de 7 años juntos vistiendo de blanco. Dos apuestas brasileñas que encajaron muy bien después de una pequeña adaptación pasando por la cantera, el Castilla. El club merengue sabe que puede perder a uno de sus duos más icónicos, pero tanto en lo económico como en lo deportivo, puede ser lo mejor para ambos.
Os dejo por aquí unos dúos icónicos:
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) November 11, 2023
Woody y Buzz Lightyear.
Batman y Robin.
Sherlock y Watson.
VINI Y RODRYGO. pic.twitter.com/O5EoDPkk2w
¿Dónde encajaría Rodrygo en el Madrid de Xabi?
Si no sale, Rodrygo necesitará un rediseño de su rol. En el esquema de Xabi, lo más probable sería verle como uno de los dos mediapuntas por detrás del ‘9’. Ahí podría explotar su capacidad para recibir entre líneas, girarse rápido y asistir. Menos banda, más centro. Pero necesita una cosa: interpretar el juego con más regularidad. Ser más cerebral. Xabi Alonso exige futbolistas que piensen y se asocien rápido, que entiendan cuándo atacar el espacio y cuándo pausar. Si Rodrygo consigue adaptarse a esa exigencia, puede ser muy útil. Si no, será devorado por el ecosistema. En ese sentido, 2025 podría ser el año clave para saber si su sitio está en el Bernabéu… o fuera de él.