Ronald Araujo no termina de despejar las incógnitas que arrastra desde hace meses. A sus errores con el FC Barcelona durante la presente temporada se ha sumado un nuevo tropiezo con su selección: un penalti cometido ante Paraguay que acabó siendo clave en la derrota (2-0) de Uruguay en las eliminatorias para el Mundial 2026.
El central del Barça llegó tarde a un cruce con Julio Enciso y derribó al joven talento paraguayo dentro del área, en una acción tan torpe como innecesaria que sirvió para cerrar el marcador. El fallo no solo ha supuesto un revés para la selección charrúa, ahora quinta en la clasificación sudamericana, sino que ha vuelto a alimentar las dudas sobre el nivel de Araujo en citas importantes.
La escena evocó otros errores recientes, como los cometidos en la semifinal de Champions frente al Inter de Milán. Entonces, sus fallos de marcaje y colocación favorecieron la remontada del conjunto italiano, que dejó al Barça a las puertas de una final que parecía al alcance. Aquellos errores ya habían encendido las alarmas en el entorno azulgrana.
Y precisamente en Barcelona, Ronald Araujo se enfrenta ahora a una nueva etapa bajo la dirección de Hansi Flick. Según la planificación del técnico alemán, el uruguayo no parte como titular en el inicio del próximo curso. Íñigo Martínez, más asentado en el sistema y con mejor salida de balón, será la primera opción para acompañar a Cubarsí. Sin embargo, la veteranía del central vasco (cumplirá 34 años en mayo) abre la puerta a una rotación en la que Araujo tendrá minutos importantes. Sobre todo en un calendario cargado y con la vista puesta en los compromisos de Champions y Liga.
Flick confía en recuperar al mejor Araujo, pero es consciente de que necesita tiempo y una mejor gestión emocional en partidos de alto voltaje. Mientras tanto, tanto en Barcelona como en Uruguay, la sensación es la misma. Araujo tiene todo para ser un central dominante, pero necesita reencontrarse con su mejor versión cuanto antes.
