Osasuna lleva años haciendo bien las cosas con sus futbolistas, sobre todo desde la dirección deportiva comandada por Braulio Vázquez. Uno de los aciertos más sobresalientes de las últimas temporadas para muchos de los rojillos, probablemente, fue la llegada de Sergio Herrera.
El portero burgalés recaló en Club Atlético Osasuna en la temporada 2017-2018, cuando aún el club navarro militaba en Segunda División. Desde que llegó a Pamplona se hizo amo y señor de la portería de El Sadar, hasta la llegada de Aitor Fernández, cuando aumentó la competencia en el puesto durante un tiempo.
Muchos podrán acusar a Sergio Herrera de ser un tanto arriesgado en muchos contextos de partido. Salir excesivamente de la portería o cometer algún que otro error puntual que cuesta puntos suelen ser sus fallos más comunes. En la mayoría de las ocasiones, el portero se ha encargado de salvar los muebles del equipo con grandes paradas y actuaciones.
Aquel partido en el que detuvo tres penaltis en el Ramón de Carranza frente al Cádiz se recuerda por muchos aficionados del club navarro. También, su buen hacer en la tanda de penaltis en el Benito Vilamarín contra el Real Betis en la edición de la Copa del Rey. Aquel año Osasuna se proclamó subcampeón.
Este pasado fin de semana, a pesar de caer en el Estadio Metropolitano ante el Atlético de Madrid, el de Miranda hizo ocho paradas sobresalientes que evitaron que los de Alessio Lisci volvieran a Pamplona con un resultado muy abultado en contra.
Esta temporada, Osasuna ha alineado a Herrera como titular en todos los compromisos y él ha mantenido su portería imbatida en dos encuentros. Su protagonismo bajo palos con Osasuna hace que sea de los porteros con mayor número de paradas de toda la competición.
Que Herrera tenga mucho protagonismo también puede significar que su buen rendimiento es consecuencia del pobre bagaje ofensivo de Osasuna y de que el juego de los navarros sea sobre todo en la zona defensiva del campo.
El pasado mes de julio, el portero renovó su contrato con el club hasta 2028 y su cláusula está actualmente en 20 millones de euros. Esto último significa que la institución considera que Herrera es una gran garantía de éxito para Osasuna y su hipotética salida del club traería un enorme beneficio económico para la entidad.
En partidos ante rivales de gran envergadura son los escenarios perfectos para sacar sus dotes bajo palos. Mientras Osasuna pueda disfrutar de él, tiene un portero de éxito para al menos tres temporadas más.
