La estabilidad del Real Madrid se ha visto seriamente comprometida en los últimos días. Según diversas informaciones procedentes de España, el vestuario blanco atraviesa un momento de fuerte división interna, con dos bloques claramente diferenciados que han surgido en torno al conflicto entre Xabi Alonso y Vinicius Junior. El equipo continúa liderando LaLiga, pero la falta de resultados recientes y la tensión entre figuras clave han encendido todas las alarmas en Valdebebas.
El bando de Vinícius y el descontento con Xabi Alonso
El desencadenante de esta grieta ha sido la gestión del técnico sobre algunos miembros del plantel, especialmente sobre Vinícius, que esta temporada ha perdido protagonismo, ha sido suplente en varias ocasiones y solo ha completado cuatro partidos enteros. La situación, según El Partidazo de COPE, ha generado malestar en varios jugadores que sienten que la toma de decisiones de Alonso no beneficia al grupo.
Junto al brasileño estarían Fede Valverde, Rodrygo, Brahim Díaz, Endrick y Ferland Mendy, futbolistas que, según las mismas informaciones, no comparten la dirección táctica del entrenador ni su comunicación interna. El rechazo de Vinicius a su rol, incluyendo decisiones como la de no partir desde la banda izquierda en todo momento o marcharse al banquillo en encuentros clave ha sido el epicentro del conflicto.
La relación terminó de tensarse tras El Clásico, cuando Vinícius mostró su enfado al ser sustituido. Pese a disculparse ante la plantilla, su ausencia de mención a Xabi Alonso se interpretó como un mensaje directo. El brasileño incluso habría paralizado su renovación hasta que la situación del entrenador quede aclarada.
El apoyo a Xabi Alonso: Mbappé lidera el otro bloque
En el otro lado encontramos a los que si apoyan al técnico español. Entre ellos destacan Kylian Mbappé, Thibaut Courtois, Arda Güler, Dean Huijsen y Álvaro Carreras. Su respaldo llega en un momento clave para Alonso, cuestionado por la reciente racha de tres partidos sin ganar tras un gran inicio de temporada.
A pesar de las turbulencias, el club mantiene públicamente su apoyo al entrenador. Sin embargo, en el Real Madrid la combinación de malos resultados y tensiones internas siempre provoca un territorio peligroso. Alonso, que llegó para impulsar un proyecto ambicioso, se encuentra ahora ante el desafío más delicado: recomponer un vestuario dividido sin perder el pulso competitivo de un equipo que aún está en lo más alto de LaLiga, pero que muestra síntomas de desgaste tanto dentro como fuera del campo.
