Simeone y un Camp Nou que resiste temporada tras temporada

El Atlético volvió a caer ante el Barcelona por 3-1 en un escenario que sigue siendo esquivo para el técnico argentino | La estadística se agranda hasta los 17 partidos sin victoria y contrasta con el rendimiento rojiblanco en otros grandes estadios de Europa
Simeone observando el juego desde la banda en el Camp Nou, escenario en el que suma 17 partidos sin lograr la victoria como entrenador del Atlético de Madrid./ Vía: @atleticodemadrid

El Atlético de Madrid vuelve a abandonar el Camp Nou con la misma sensación que tantas otras veces: la de haber disputado un partido que ya conoce de memoria.

El 3-1 encajado ante el FC Barcelona no solo prolonga una estadística incómoda, sino que reactiva un debate que acompaña a Diego Pablo Simeone desde hace más de una década.

Porque si algo ha representado su etapa en el banquillo rojiblanco es la capacidad de derribar muros, conquistar escenarios adversos y transformar la identidad de un club que hoy habita en la élite europea. Sin embargo, ni siquiera un técnico con ocho títulos y un impacto incontestable ha logrado derribar el último gran muro: ganar en el Camp Nou.

Lo paradójico es que la primera victoria del Atlético de Simeone como visitante ante el Barça llegó el curso pasado… pero no en el Camp Nou, sino en Montjuïc. Aquel gol de Alexander Sørloth, ya en los minutos finales, parecía anunciar el fin del maleficio.

Sin embargo, el regreso al estadio azulgrana devolvió al Atlético a la misma realidad de siempre, confirmando que este escenario sigue siendo una excepción dentro de una etapa en la que el equipo ha conquistado plazas históricamente inaccesibles: Bernabéu, Anfield, San Siro, Sánchez-Pizjuán, San Mamés u Olímpico de Roma. Ninguna de ellas, curiosamente, ha sido tan impenetrable como el Camp Nou.

Un muro estadístico difícil de explicar

El dato es rotundo. Con la derrota de este martes, Simeone se convierte en el técnico con más partidos dirigidos en el Camp Nou sin ganar nunca. Son 17 visitas, con siete empates y diez derrotas, superando así los 16 intentos de Javier Aguirre.

Y aunque algunos de esos empates tuvieron un valor incalculable —como el 1-1 con gol de Godín que dio una Liga histórica o el 1-1 de Champions que precedió una final europea—, la estadística sigue siendo un contraste llamativo con el rendimiento global del argentino.

No es un problema de identidad ni de competitividad. Si algo ha demostrado el Atlético del Cholo es una capacidad notable para resistir, competir y ganar en escenarios donde antes solo sobrevivía.

La comparación inevitable: mejor contra el eterno rival

Las cifras también hablan por sí solas. Frente al Real Madrid, el Atlético ha encontrado un terreno más equilibrado: 48 partidos, con 14 victorias, 17 empates y 17 derrotas, además de dos títulos logrados en finales directas. Ante el Barça, en cambio, la historia tiene otro guion: 41 encuentros, solo seis victorias, 12 empates y 23 derrotas.

El Atlético ha aprendido a competir y a legitimarse en Europa, pero el duelo ante el Barcelona —y en especial en el Camp Nou— sigue siendo una anomalía dentro de una etapa que ha roto casi todas las lógicas del fútbol reciente. A veces, incluso los mejores entrenadores conviven con lugares que simplemente no se dejan conquistar. Y este, por ahora, continúa siendo uno de ellos.

El Atlético de Simeone ha vivido demasiadas noches de gloria como para que una estadística aislada modifique la dimensión de su obra. Pero que el Camp Nou siga resistiéndose es, más que una crítica, un recordatorio de que incluso los proyectos más sólidos tienen sus puntos ciegos. Y asumirlo también forma parte del aprendizaje.

La derrota de este martes no cambia la historia del Cholo. Simplemente subraya que aún queda un escenario que no ha logrado convertir en territorio propio.

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