Triunfo ante el Sevilla pero derrota en el banquillo

El Deportivo Alavés eliminó en la noche de ayer, por un tanto de diferencia, al Sevilla en la Copa del Rey, en un encuentro que resultó una escabechina para el conjunto albiazul, causando las lesiones de dos importantes jugadores, Jonny Otto y Lucas Boyé, de cara a los próximos partidos. 

Tras un dominio ligero del equipo de Coudet y el acercamiento en la búsqueda de gol de Youssef, la primera parte se vio marcada por la inesperada lesión de Jonny Otto, sustituido en el minuto 23 por Protesoni tras sufrir un pinchazo en el abductor izquierdo. Los babazorros lograron anotar en el 79 del segundo tiempo a través de un penalti hecho sobre Lucas Boyé, quien también se marchó del campo tras durar solo 20 minutos en juego al sentir molestias musculares, y transformado por Carlos Vicente.

El entrenador argentino sabía que era arriesgado sacar a sus mejores jugadores, pero se trataba de un partido clave de eliminatoria, “vamos a poner a los que mejor están. Me apoyaré entre el entrenamiento y hablando con la parte física, médica, qué es lo mejor. Están todos a disposición, así que desde ese lado no tenemos ningún inconveniente, pero bueno, también jugamos pronto el sábado y es un tema a tener en cuenta”, comentó en la previa.

Unos percances físicos inevitables que dejan al “Chacho” maniobrando el banquillo de cara al próximo partido de La Liga frente al Osasuna en El Sadar. Aún así, el técnico ve el reto con optimismo, comprendiendo que tras un esfuerzo intenso se pasa factura y aceptando el desafío de seguir adelante sin dos de los mejores integrantes de la plantilla.

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