El Real Madrid suma otra victoria en LaLiga, y ya son 18 en lo que va de temporada. El conjunto madrileño logró una victoria de gran mérito en La Cerámica tras remontar el tanto inicial del Villarreal. Con un doblete de Kylian Mbappé, dos intervenciones milagrosas de Thibaut Courtois, quien está volviendo a su máximo nivel, y un gran esfuerzo colectivo , el equipo blanco superó las adversidades y sumó tres puntos cruciales en su lucha por LaLiga.
El partido comenzó cuesta arriba para los de Carlo Ancelotti. Apenas en el minuto 8, Juan Foyth adelantó al Villarreal tras un córner bien ejecutado por Álex Baena y una defensa pasiva del Madrid. Los locales, dirigidos por Marcelino, aprovecharon el desgaste del equipo blanco tras su reciente partido frente al Atlético de Madrid. Con intensidad y ritmo alto, complicaron a los visitantes durante la primera parte, generando ocasiones claras, como un disparo de Pépé que Courtois desvió con una parada espectacular. Al acabar el partido, el técnico italiano habló sobre la dura realidad que están viviendo sus jugadores y el poco descanso que se les ha concedido para este partido, argumentando que esta era la última vez que jugaban un partido con menos de 72 horas de descanso.
Mbappé lidera la remontada blanca
A pesar del dominio inicial del Villarreal, el Madrid demostró su capacidad para reaccionar en los momentos más críticos. Jude Bellingham, junto a Valverde y Camavinga, tomó el control en el mediocampo, lo que permitió al equipo conectar con su estrella, Mbappé.
El empate llegó tras una jugada colectiva que culminó con un remate de Brahim desviado por Diego Conde, dejando el balón servido para que Mbappé marcara. Poco después, el francés anotó su segundo gol con una definición impecable tras un centro de Lucas Vázquez. Con esta actuación, Mbappé reafirma su papel como pieza clave en los momentos decisivos.
Courtois, el héroe en defensa
La segunda mitad fue un asedio del Villarreal, que buscó el empate con insistencia. Jugadores como Buchanan y Baena crearon peligro constante por las bandas, mientras que Barry tuvo una oportunidad clara con un cabezazo que se fue por encima del larguero. Sin embargo, la defensa blanca, liderada por Lucas Vázquez y un Fran García muy sólido, aguantó con firmeza.
Thibaut Courtois volvió a ser determinante, evitando un gol cantado de Ayoze con una parada que recordó a su mejor versión en París. Los cambios de Ancelotti, incluyendo la entrada de Rüdiger, Vinicius y Modric, aportaron frescura y control en momentos clave.
El Villarreal mantuvo la presión hasta el último segundo, pero la falta de acierto en el remate les condenó. El Madrid, por su parte, resistió con valentía y esfuerzo colectivo, destacando el sacrificio de Bellingham y Camavinga en tareas defensivas.
Con esta victoria, el equipo blanco envía un mensaje claro, no solo busca la gloria en Europa, sino que también está decidido a competir por LaLiga. En un duelo marcado por la intensidad y el desgaste físico, el Real Madrid demostró que, cuando más difícil parece el panorama, responde con grandeza.
