El Santiago Bernabéu acoge esta noche un partido desigual en cuanto a urgencias. El Real Madrid, ya sin prácticamente objetivos en Liga, se enfrenta a un Mallorca que sigue alimentando su esperanza de clasificarse para competiciones europeas. Pero el contexto que rodea a los blancos añade un condimento especial: si no consiguen la victoria, el FC Barcelona se proclamará campeón matemáticamente, algo que ni plantilla ni afición desean presenciar desde la distancia.
Carlo Ancelotti afronta su antepenúltimo encuentro con una plantilla profundamente mermada. A las once bajas confirmadas durante la mañana se suma la lesión de Brahim Díaz, que sufre molestias en el aductor de la pierna izquierda, y se ha quedado fuera de la convocatoria a última hora. Las ausencias han obligado al técnico italiano a tirar de varios canteranos y ajustar su esquema de juego para poder competir con garantías.
Parte médico de Brahim.
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) May 14, 2025
Doce bajas y una alineación de circunstancias en el Real Madrid
La lista de lesionados en el Real Madrid es alarmante. Figuras clave como Carvajal, Alaba, Mendy, o Militão continúan fuera, lo que ha obligado a reorganizar el equipo jornada tras jornada. Ancelotti ha mantenido un discurso de compromiso, asegurando que el equipo saldrá a competir “como siempre”, pero la realidad es que la prioridad ya está puesta en la planificación de la próxima temporada.
🇧🇷Rodrygo se retira con molestias del entrenamiento del Real Madrid
— NEKO Deportes (@NEKODeportes) May 13, 2025
Habló con Ancelotti antes de marcharse junto a uno de los médicos ❌
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Enfrente, el Mallorca de Jagoba Arrasate llega con la moral alta y la ilusión intacta. El equipo balear ha sido una de las revelaciones de la temporada, mostrando solidez defensiva y carácter competitivo. Con algunos resultados positivos en las últimas semanas, los rojillos aún ven posible escalar hasta los puestos europeos, y saben que puntuar esta noche en Chamartín puede ser un paso decisivo hacia ese objetivo.
Un incentivo añadido: atrasar la celebración culé
Aunque el Real Madrid no se juega puntos determinantes para su clasificación, el orgullo blanco está en juego. Evitar que el Barça celebre el título esta misma noche es una motivación extra para los de Ancelotti, que intentarán brindar una alegría a su afición pese a las dificultades. El Bernabéu espera, aunque la noche apunta a ser más compleja de lo habitual.