El Real Madrid apagó el incendio de las últimas semanas en San Mamés gracias a otro recital de Kylian Mbappé, que volvió a firmar un doblete y una asistencia para sostener al equipo de Xabi Alonso en un momento de dudas. El francés, que ya suma 25 goles en la temporada, resolvió un partido en el que también brillaron Trent Alexander-Arnold y Eduardo Camavinga, ambos lesionados cuando ofrecían su mejor versión. El resultado, un 0-3 contundente, devuelve la calma a un Madrid que venía de tres tropiezos consecutivos lejos del Bernabéu.
En un Athletic mermado por las bajas de Sancet e Iñaki Williams, y con un Nico Williams limitado por la pubalgia, el conjunto de Ernesto Valverde no logró imponer su habitual ferocidad en casa. Lo aprovechó el Madrid desde el inicio, entregándose a la ley no escrita que rige su fútbol en tiempos de escasez: cuando hay dudas, la pelota es para Mbappé. El francés marcó diferencias desde la primera jugada, obligando a Unai Simón a una intervención de reflejos y, poco después, inaugurando el marcador tras un cambio de juego milimétrico de Trent. Un regate a Laporte y un disparo ajustado certificaron otro gol de autor.
Que sería del Real Madrid sin Courtois
Pese a su superioridad inicial, el Real Madrid concedió dos ocasiones claras a Guruzeta y Berenguer, frenadas por un imperial Courtois, cuyo regreso está sosteniendo media temporada blanca. También Vinicius, eléctrico, rozó el gol en dos acciones que anticiparon el 0-2: otro envío de Trent, cabezazo de Mbappé y remate de Camavinga en el área pequeña.
El Athletic trató de reaccionar con los cambios, pero fue Mbappé quien terminó de cerrar la noche. A media hora del final, recogió un balón a 20 metros del área y lo mandó a la red con un disparo seco que sorprendió a Unai Simón por su palo. El 0-3 rubricó la mejor versión del Madrid reciente y permitió a Xabi Alonso retirar a sus estrellas sin tensiones. El incendio, por ahora, queda sofocado.
