Es difícil pensar en dinastías que hayan cedido su mandato de manera sencilla. De hecho, es difícil recordar a un Rey dejando su trono abandonado. En la Champions League el Rey es el Real Madrid, y el trono es el trofeo de campeón de Europa.
Por el momento, y al menos hasta que termine la temporada, el trono seguirá teñido de blanco. Aunque muchos fantaseaban con un escenario en el que los madridistas estuvieran eliminados tras ver que la bolita del Manchester City enfrentaba a los merengues en el sorteo, tras una fase de liga no muy convincente de ambos.
Sin embargo, cuando se enciende la luz roja, cuando la alerta sobrevuela a las estrellas de la capital, ahí es cuando aparece el gen ganador que caracteriza al Real Madrid. Grandeza lo llaman por las calles de Chamartín, y esa grandeza es capaz de todo.
Y no, no me lo invento, se ha demostrado múltiples veces. Bayern de Múnich, Chelsea, PSG, Manchester City, muchos han sido víctimas de las conjuras que suceden en el Santiago Bernabéu. En el último capítulo de este libro sin final, los pupilos de Ancelotti jugaron uno de sus mejores encuentros ante un Manchester City que está irreconocible.
Un equipo favorito… o no
Aún así, tranquilos, el Madrid sigue sin ser favorito para revalidar título. Un equipo que está igualado a puntos con el líder de La Liga, que está en semifinales de la Copa del Rey, y que está clasificado para octavos de final en la máxima competición europea. Imposible, ¿cómo puede ser un equipo en esta situación favorito a nada?
Un equipo que no podía jugar con 4 de los mejores jugadores del mundo juntos, que en defensa era un despropósito, que los centrocampistas no se entendían…. En definitiva. Cómo va a ser el Real Madrid, 15 veces campeón de Europa, favorito a nada.
O bueno, un momento, quizá….