Villarreal-Barcelona: La Cerámica pone a examen al líder

El Barça llega lanzado (43 puntos y 49 goles), pero se mide al Villarreal con mejor defensa (13 tantos encajados) y seis victorias ligueras seguidas
Hansi Flick y Marcelino antes del Villarreal - Barcelona

LaLiga se guarda un cierre de año con un partidazo. Este domingo 21 de diciembre, a las 16:15, el Barcelona visita al Villarreal en el Estadio de la Cerámica en un duelo con etiqueta Champions League. El primero contra el tercero, dos equipos en racha en el torneo doméstico y un choque que puede marcar el tono del invierno futbolero.

El partido es de alto voltaje, el Villarreal llega con seis triunfos consecutivos en LaLiga, y el Barça, con siete victorias seguidas en el campeonato. La diferencia está en el cómo, los de Marcelino construyen desde el orden y la solidez, mientras que Flick viene ganando a partir de una sensación constante de amenaza arriba.

En números, el contraste es perfecto para una previa, el Villarreal suma 35 puntos y presume del mejor registro defensivo liguero, con 13 goles recibidos, y el Barça manda con 43 y es el ataque que rompe la mesa, 49 goles a favor.

Hay otro factor que no es menor, porque empuja psicológicamente el partido, el Villarreal no le gana al Barça en casa desde octubre de 2007, un dato que pesa por repetición más que por nostalgia. Y eso convive con una contradicción interesante, en los últimos años, el Submarino ha sabido hacerle daño al Barça en Barcelona, pero en su estadio se le viene atragantando.

Además, el último cruce directo terminó con victoria amarilla por 3-2, un recordatorio de que el Barça no puede venir a jugarlo como trámite aunque la tabla lo muestre arriba. En una tarde de invierno de por medio, estos antecedentes suelen convertir el partido en un examen de paciencia, si al Villarreal no le sale pronto, el runrún se instala, si a los culés le cuesta, el partido se vuelve de fricción.

Ambos llegan con dudas. El Villarreal llega con una lista pesada de bajas, y eso reduce el margen de sorpresa en el once, la lógica indica un equipo bastante reconocible. Con Luiz Júnior bajo palos, una línea de 4 con Navarro, Foyth, Veiga y Cardona, con Parejo como pieza a recuperar si llega a tiempo, junto a Buchanan, Comesana y Moleiro, con Ayoze y Mikautadze como amenazas arriba.

En el Barça, la noticia que manda es Pedri, que aparece como duda por una molestia en el gemelo. Si no juega, Flick pierde al futbolista que suele ordenar los partidos cuando el rival aprieta, y se abre la puerta a un mediocampo más físico. Joan García estará en la portería, en defensa estará Kounde, Cubarsi, Gerard Martin y Balde, con Eric García y Frenkie de Jong en el mediocampo y arriba Yamal, Fermin, Raphinha y Ferran Torres. También hay bajas ya conocidas como Gavi, Araujo y Dani Olmo, lo que ajusta las piezas en el tramo final del once y obliga a decidir si el equipo sale con más control o más filo.

Más allá de la tabla, el Villarreal–Barcelona llega cargado de contexto. Es el partido que LaLiga quiso exportar a Miami y que finalmente se jugará donde debe, en La Cerámica, con todo lo que eso implica. El Villarreal aterriza con la necesidad de sacudirse el golpe europeo y copero y de aprovechar su mejor versión liguera para reengancharse de lleno a la pelea, mientras que el Barça viaja con la presión del líder que no puede permitirse frenar. Flick sabe que su equipo ha sido dominante en ataque, pero menos fiable atrás de lo que indican los resultados, y enfrente tendrá a un rival que castiga cada desajuste con colmillo.

Marcelino, por su parte, busca romper una racha histórica como local ante los culés y apoyarse en la solidez colectiva que le ha llevado a encadenar seis victorias ligueras. Con el campeonato de invierno en el horizonte y el parón a la vuelta de la esquina, el duelo se presenta como un examen de madurez, paciencia y ambición para dos equipos que llegan lanzados y con algo más que tres puntos en juego.

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