Villarreal CF, FC Barcelona y Miami: la historia de proyecto fallido

Los detalles del fracaso que evidencia la fuerza de los jugadores como principales actores del fútbol

Villarreal y Barcelona se verán las caras el sábado (16:15 horas) en el Estadio de la Cerámica. Un escenario radicalmente distinto al que estaba previsto. LaLiga, fiel a su propósito de expandir la marca a nivel global, intentó impulsar el conocido como Plan Miami, consistente en organizar la disputa del partido en tierras estadounidenses. Sin embargo, pese a que todo hacía indicar que la idea iba a fructificar, el proyecto acabó desvaneciéndose debido a tensiones institucionales y la oposición de los jugadores.

La propuesta empezó a coger fuerza en verano. Los animadores, la patronal y Relevent Sports, su socio estratégico y empresa promotora de la configuración del encuentro; más allá de ambos clubes, a los que se les había prometido unas condiciones concretas (principalmente, al Villarreal, dirigidas a cubrir los gastos de desplazamiento de los aficionados o devolver parte del dinero de los abonos). En agosto, LaLiga presentó la iniciativa de manera formal a la RFEF. La Junta Directiva dio luz verde y elevó la cuestión a UEFA y FIFA para obtener el sí definitivo. No obstante, dicha decisión fue tomada sin la aprobación de los jugadores, que deseaban más información. David Aganzo, presidente de AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) y Miguel Ángel Nadal, responsable de la Selección Absoluta, manifestaron su rechazo frontal, pero no fueron escuchados.

La desconfianza de los futbolistas era superlativa. El colectivo se unió y requirió transparencia y respeto. Empero, LaLiga no le dio la importancia necesaria al movimiento y siguió adelante. Además, se sumó la demanda interpuesta por el Real Madrid al CSD, al considerar que «el equilibrio competitivo se estaba viendo alterado». Otros clubes también verbalizaron su repulsa a través de sus presidentes (Real Sociedad y Getafe, por ejemplo).

El 6 de octubre, la UEFA dio su autorización a regañadientes. Adujo que, pese a que no era partidaria de trasladar duelos ligueros fuera de los límites nacionales, el marco regulatorio de la FIFA no era lo suficientemente detallado como para detener la propuesta. Asimismo, la FIFA, en caso de negarse, hubiera tenido que contravenir un acuerdo extrajudicial alcanzado con Relevent en 2024 tras una demanda de la empresa norteamericana. El acuerdo para jugar el Villarreal-Barcelona el 20 de diciembre en el Hard Rock de Miami se oficializó el 8 de octubre, careciendo del beneplácito de los jugadores.

Cinco días más tarde, el 13 octubre, unas declaraciones de Javier Tebas echaron más gasolina al fuego: «No tengo claro que la AFE quiera pararlo». Por otra parte, el 14 estaba programada una reunión del sindicato con el presidente, que no pudo asistir por problemas de agenda; y con sendos clubes, que se ausentaron (uno alegó no haber sido invitado y el otro no acudió al conocer que no iba Tebas). La patronal sugirió fechas alternativas, pero coincidían con duelos continentales. En consecuencia, el enfado de los futbolistas alcanzó su punto más álgido y decidieron dar un golpe encima de la mesa: harían un parón en los primeros 15 segundos de cada partido de la jornada 9. LaLiga, en vano, trató de disuadir la protesta y, finalmente, ordenó no emitir dichas imágenes, estimulando las acusaciones de censura.

En paralelo, el descontento de la Concacaf y la Federación de EEUU era igual de notorio. El choque se iba a efectuar en su territorio y nadie había llamado a su puerta. Es más, la Concacaf solicitó que el árbitro fuera americano, generando un nuevo punto de conflicto en el que FIFA debía intermediar. Para más inri, el Real Madrid presentó un segundo escrito ante el CSD y dos de sus capitanes, Carvajal y Courtois clamaron con dureza públicamente. El español subió a sus redes sociales un texto reivindicando que «incumplir el reglamento es adulterar la competición» y asegurando que «quedaría una mancha» en caso de celebrarse el partido en Miami. El belga, mientras tanto, manifestó su reacción contundentemente en una rueda de prensa matinal del 21 de octubre: «Creo que tenemos que jugar en casa y fuera. Ocultar y cambiar el motivo por el que estamos protestando es censurar y es manipular, y eso es grave».

Definitivamente, Relevent acabó asustándose y optó por abandonar la propuesta a causa de la escalada de tensiones e incertidumbre. El mismo 21 de octubre por la noche, en mitad del encuentro de Liga de Campeones entre el Villarreal, uno de los implicados, y el Manchester City, LaLiga oficializó la cancelación del Plan Miami. Ahora, casi dos meses después, ha llegado el día D. El cuadro groget y el Barcelona medirán fuerzas en un choque con mucha relevancia en la parte alta de la tabla. Será en La Cerámica y no en las antípodas del globo terráqueo. Lo que pudo ser y no fue.

Compartir:

Últimas Noticias

Opiniones