El día que Vinicius perdió más que un premio

Vinicius Balón de Oro / Elaboración propia

Hace justo un año, Vinicius Júnior perdió el Balón de Oro, o mejor dicho, no le dieron el Balón de Oro. No fue una derrota deportiva, fue algo más profundo. Esa noche, mientras Rodri levantaba el trofeo en París, el brasileño publicaba un tuit que, a día de hoy, ha traído más risas que resultados: “Volveré x10.” Pero el fútbol, como la vida misma, no siempre devuelve lo que promete.

La pasada temporada fue la más difícil para Vinicius desde que llegó al Real Madrid. Entre lesiones, sanciones y un desgaste emocional evidente, el brillo del ‘7’ blanco se apagó por momentos. El Balón de Oro que no ganó se convirtió en una sombra que lo acompañó a cada estadio: en los cánticos, en los debates, en los titulares. Lo llamaron “Balón de playa”, y aunque el mote buscaba herir, lo que mostró fue la obsesión colectiva por verlo caer.

Porque a veces el problema no es perder un premio, sino cómo el mundo reacciona cuando no lo ganas. Vinicius pasó de ser el símbolo de la alegría del fútbol a convertirse en el foco de cada polémica. Y aun así, siguió. Siguió intentando, regateando, provocando, viviendo el fútbol con la misma intensidad que lo llevó hasta la cima.

El tiempo pondrá todo en su lugar. Y quizá, cuando ese Balón de Oro llegue —porque tarde o temprano llegará—, no valdrá solo por los goles o los títulos, sino por todo lo que Vinicius tuvo que soportar para seguir sonriendo dentro del campo.

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