El fútbol europeo está lleno de estadísticas llamativas, pero pocas tan peculiares como la que protagoniza Vinícius Junior. Desde la temporada 2006/07, únicamente el brasileño ha conseguido un registro inédito en las cinco grandes ligas: marcar, asistir y ver tarjeta amarilla en dos partidos distintos partiendo como suplente. Una combinación que refleja a la perfección la energía y el carácter que definen al jugador del Real Madrid.
El dato, ofrecido por la compañía de análisis estadístico Opta, sitúa al extremo como el único capaz de firmar ese triplete tan inusual en casi dos décadas de fútbol. Ni Messi, ni Cristiano Ronaldo, ni Mbappé o Haaland han logrado algo semejante. Solo Vinícius, con su estilo eléctrico, mezcla de verticalidad, atrevimiento y cierta dosis de polémica, ha alcanzado esa marca.
Impacto inmediato desde el banquillo
Vinícius ha demostrado que no necesita ser titular para dejar huella en un encuentro, después de estar en el punto de mira, desde el famoso no Balón de Oro su nivel ha ido disminuyendo, tanto es asi, que su puesto en el once titular no está asegurado. Su capacidad de entrar desde el banquillo y revolucionar los partidos es una de sus mayores virtudes. En las dos ocasiones en las que logró este registro, el brasileño se mostró determinante, primero marcando, luego asistiendo a un compañero y, en medio de la intensidad de su juego, viendo la cartulina amarilla.
Se trata de una estadística que, más allá de lo anecdótico, subraya la influencia del carioca en el Real Madrid. Pocos jugadores generan tanto en tan poco tiempo sobre el terreno de juego. Su presencia es sinónimo de desborde, velocidad y peligro constante.
Una estadística que refleja su carácter
El hecho de que Vinícius sea el único en alcanzar este registro habla no solo de su talento ofensivo, sino también de su temperamento competitivo. El brasileño juega siempre al límite, lo que le ha valido en varias ocasiones discusiones con rivales, árbitros e incluso con las gradas.
