El Real Madrid salió de El Pireo con un 3-4 que no disipa todas las dudas, pero que al menos frena la caída libre en la que había entrado el equipo. Tres partidos sin ganar habían obligado al grupo a mirarse por dentro, a ajustar discursos y a recuperar la cohesión que parecía resquebrajarse. Por eso, el abrazo entre Xabi Alonso y Vinícius Junior tras el pitido final no fue un gesto más, fue la síntesis emocional de una noche tensa, abierta en canal y resuelta gracias al talento… y a la necesidad.
“Lo más importante son los tres puntos”, resumió Xabi Alonso. “Vitales no sólo por la clasificación, sino por romper la dinámica. No estábamos con buena sensación”. Era una declaración directa, sin adornos, que explicaba mucho más de lo que parecía.
Se vuelve a la victoria pero con dudas
El encuentro tuvo de todo. El Real Madrid encajó pronto, en el minuto 8, y ese gol reabrió heridas recientes. Pero lejos de precipitarse, el equipo reaccionó con la calma que Xabi reclamaba desde hace semanas. No fue un partido lineal. Hubo rachas, impulsos, momentos de control y otros de desajuste defensivo que volvieron a encender alarmas. Olympiacos terminó el duelo con 18 remates, una cifra demasiado elevada. Aun así, cuando el choque pedía pegada, el Madrid la tuvo. Y ahí volvió a emerger Kylian Mbappé. El francés firmó otro partido decisivo y continúa sosteniendo al equipo con unos números que impresionan: 22 de los 40 goles del Real Madrid esta temporada llevan su firma.
La mejor versión de Vinícius
La imagen emocional de la noche fue, sin duda, la de Vinícius. Marcó un gol «muy suyo», como destacó el técnico, pero el tanto fue anulado por el VAR. Para Xabi, la acción tenía un significado interno: “Me dio mucha pena el gol anulado porque es una jugada que hablamos y le habría dado una sensación muy buena”.
El brasileño necesitaba un gesto. Venía de días de ruido externo y de una dinámica colectiva que no ayudaba. Y lo encontró en ese abrazo espontáneo al final del partido, un mensaje que no buscaba titulares pero acabó enviando uno: el vestuario sigue siendo una unidad.
