Vinicius Júnior vive su momento más complicado desde que se consolidó como uno de los referentes del Real Madrid. Los datos no engañan y reflejan un descenso evidente en su influencia ofensiva durante 2025, un año en el que el brasileño ha participado menos en goles que en temporadas anteriores, pese a disputar más partidos.
Vinícius y un desplome estadístico que marca el cambio
La comparación entre temporadas deja poco margen a la interpretación. En 2023, Vinicius disputó 46 partidos, firmando 19 goles y 19 asistencias, siendo un jugador decisivo semana tras semana. En 2024, dio un salto definitivo: 47 partidos, 31 goles y 17 asistencias, convirtiéndose en uno de los atacantes más determinantes del fútbol mundial.
Sin embargo, 2025 ha supuesto un frenazo brusco. A pesar de haber jugado ya 61 partidos, Vinicius solo suma 13 goles y 17 asistencias, lo que supone menos de la mitad de participaciones de gol respecto al año anterior. Juega más, pero decide menos. Un dato que preocupa tanto por el volumen como por el contexto competitivo del Real Madrid.
🚨 ¡VINICIUS ESTÁ EN SU PEOR MOMENTO!
— Post United (@postunited) December 22, 2025
❌⚠️ El brasileño promedia menos de la mitad de participaciones de gol este 2025 en comparación con 2024 pic.twitter.com/8wkMMJf9tD
El brasileño sigue siendo desequilibrante en el uno contra uno, pero su impacto real en el marcador se ha reducido. Menos goles, menos finalización y una sensación constante de ansiedad en los metros finales.
Contexto, desgaste y un rol menos claro
El bajón no se explica solo desde las cifras. Vinicius ha asumido más responsabilidades defensivas, ha cambiado su rol en varios partidos y ha compartido protagonismo ofensivo con nuevas figuras. Además, el desgaste físico y mental acumulado tras varias temporadas exigentes también parece pasar factura.
Xabi Alonso ha mantenido su confianza en él, pero el equipo necesita recuperar al Vinicius decisivo, vertical y determinante de años anteriores. Porque cuando el brasileño baja un escalón, el ataque del Real Madrid lo nota.
El talento sigue ahí. La pregunta es si este bajón es un bache puntual… o una señal de alarma que exige ajustes inmediatos.






