Desde su llegada procedente del Stuttgart por cifra récord para el Newcastle, Nick Woltemade ha mostrado destellos de lo que puede aportar, aunque también aparece la preocupación. En su partido debut ante el Wolverhampton, anotó el único tanto del encuentro con un cabezazo a los 29 minutos, dando al Newcastle su primera victoria de la temporada.
Ese debut fue un arranque muy prometedor. Howe, el técnico, elogió su inteligencia, su capacidad para ubicarse dentro del área y la manera en que entendió los movimientos ofensivos del equipo, a pesar de que le faltó fluidez en algunos tramos, especialmente en la segunda mitad tras su salida del campo.
Brillantez y áreas de mejora
Tras ese debut, sin embargo, han salido a la luz los retos reales. El Newcastle ha tenido partidos difíciles, con empates sin goles como contra el Bournemouth, donde Woltemade tuvo opciones, pero no encontró forma de generar oportunidades claras.
Se ha destacado su capacidad para el juego aéreo, su presencia física, y su implicación para crear espacios y presionar desde adelante. Pero la crítica aparece cuando el equipo no le acompaña falta de apoyo, desajustes ofensivos, y el peso de tener que liderar el ataque en ausencia de otros delanteros como Wissa.
¿Qué se espera ahora?
Woltemade tiene ahora la difícil tarea de mantener el nivel. El Newcastle depende de él para generar peligro, anotar, y permitir que el equipo deje de tener partidos tan estancados. Como Howe ha señalado, hay que cuidar su forma física, ya que la exigencia en la Premier es altísima.
Si consigue sacar provecho de las ocasiones, seguir conectando con jugadores como Murphy, y aportar más que goles con movimiento, desgaste y juego asociado, podrá consolidarse como titular indiscutible. El reto está claro, transformar un debut prometedor en consistencia.
