Yeray Álvarez, ha sido sancionado por la UEFA con diez meses sin poder competir tras dar positivo en un control antidopaje realizado después de un encuentro frente al Manchester United en el tramo final de la pasada temporada. El positivo, según ha explicado el propio futbolista en rueda de prensa, se debe a un error al consumir una pastilla de tratamiento capilar de su pareja, que contenía una sustancia prohibida.
“No he tomado ninguna sustancia para aumentar el rendimiento”, ha recalcado Yeray ante los medios. El jugador ha relatado que desde 2022 sigue un tratamiento contra la caída del cabello tras pasar por un proceso de quimioterapia: “Después de la quimio empecé a perder pelo, y empecé el tratamiento en 2022, una pastilla y un spray. En el momento le pasé toda la información al club para que estuviera todo en regla”.
Sin embargo, en la semana previa al partido frente al Manchester United, se quedó sin su medicación habitual y, fruto de la rutina nocturna que comparte con su pareja, tomó por error una pastilla que no era la suya: “Decidí tomar la pastilla de mi pareja, pensando que tenía lo mismo que la mía. Pensábamos que era minoxidil y no otra sustancia que finalmente sí estaba prohibida”.
Yeray asume su error y renuncia a su salario
El central rojiblanco ha asumido la responsabilidad del error y ha pedido perdón públicamente: “Pedir perdón al Athletic, a la afición, a los compañeros. Han sido meses muy complicados y, de cierto modo, os implica y os compromete”. Yeray también ha anunciado que durante el tiempo que dure la sanción no cobrará su salario: “Desde el principio le trasladé al club que en este periodo no voy a cobrar. Es un error que asumo y así va a ser”.
Sobre su reacción inicial al conocer la noticia, ha confesado que sintió incredulidad: “La primera sensación fue de no creerlo. Me volví loco buscando información hasta que entendí que era algo relacionado con la caída del pelo”. Pese al golpe, ha afirmado aceptar el castigo: “Dentro de lo que son las sanciones me ha parecido justa, lo he asumido”.
Actualmente, Yeray continúa entrenando bajo la supervisión del club: “De vez en cuando entreno con Iker Muniain, alta intensidad y fuerza. Estas cosas te hacen mejor como persona, valorar más las cosas”. No obstante, ha admitido que lo más duro está siendo no poder compartir vestuario con sus compañeros: “En cuestión de meses les he visto dos veces. Lo más difícil es el no poder estar con ellos” (compañeros).
Por último, ha querido agradecer el apoyo recibido durante estas semanas: “Gracias a la gente por Bilbao, a los compañeros, a todos los que me han mostrado su apoyo”. Sus abogados están trabajando ya en un recurso para intentar reducir la sanción, aunque el futbolista ha preferido no adelantar detalles: “Mis abogados están trabajando en ello, no sé más”.
