Arda Güler, el reflejo del nuevo Real Madrid

La evolución de Arda Güler explica la metamorfosis del Real Madrid: de la gestión prudente de Ancelotti al impulso creativo de Xabi Alonso.
Arda Güler / Via: X @realmadrid

Hay futbolistas que explican por sí solos un cambio de época. En el Real Madrid, ese espejo se llama Arda Güler, un joven de apenas veinte años que ha pasado de la espera silenciosa con Carlo Ancelotti a convertirse en el eje creativo del equipo bajo Xabi Alonso. No se trata solo de minutos. Se trata de una manera distinta de entender el fútbol.

Con Ancelotti, Güler era una joya guardada con prudencia. El técnico italiano hablaba de “chupar banquillo para ser titular”, convencido de que el talento debía madurar en silencio antes de explotar. Y durante buena parte de la temporada pasada, el turco vivió exactamente eso: largas esperas, oportunidades contadas y el peso de la competencia con un centro del campo plagado de jerarquías. Hoy, ese mismo jugador es una de las brújulas del nuevo Madrid. Juega, se equivoca, asiste, marca y crece sobre el césped.

La diferencia se percibe en cada dato y en cada gesto. Durante la temporada 2024/25, con Ancelotti, Arda Güler acumuló 1.758 minutos, con 5 goles y 8 asistencias. Cifras respetables, pero distribuidas con cuentagotas y, sobre todo, ausentes en los grandes escenarios: no jugó ni un minuto ante el Arsenal, el City, el Atlético y en Supercopa.

Con Xabi Alonso, el relato ha dado un giro de 180 grados. Desde su llegada, incluyendo el Mundial de Clubes, el turco ya suma 1.309 minutos en 19 partidos, con 4 goles y 7 asistencias, y una presencia constante en noches grandes. Solo en esta temporada, ha participado en 13 encuentros oficiales, con 3 goles y 5 asistencias, convirtiéndose en el socio ideal de Kylian Mbappé en el frente ofensivo.

“Me siento muy importante gracias a Xabi Alonso”, confesó tras ser elegido MVP del partido ante la Juventus, en Champions. “Me pide que controle el tempo y que sea creativo, y me siento bien con esa responsabilidad.”

El cambio no es solo táctico, sino cultural. Xabi Alonso ha impuesto en Valdebebas una nueva ley: los jóvenes no esperan su turno, se ganan su lugar. Güler ya no es un recurso de emergencia, sino un centro de gravedad. El técnico vasco le permite actuar de interior o de mediapunta, moverse entre líneas, decidir cuándo acelerar o pausar. En palabras del propio entrenador: “Arda da sentido al juego. Cuando participa, todo fluye mejor. Tiene algo de Özil y algo de Guti. Cuanto más lo encontramos, antes mejora el equipo.”

Y los resultados están a la vista. Güler mantiene un 91% de acierto en el pase desde la llegada de Xabi Alonso, alcanzando incluso un 95% de precisión esta temporada en campo. Ha firmado siete asistencias y cuatro goles desde agosto, y fue elegido Mejor Jugador Sub-23 de LaLiga EA SPORTS en septiembre. Güler se equivoca, aprende, y sigue jugando.

Pero reducirlo todo a una cuestión de valentía sería injusto. El Real Madrid de Ancelotti era otro mundo: jerárquico, experimentado, sostenido en la autoridad de Modrić, Kroos o Valverde. En ese contexto, Güler debía esperar. El italiano, pragmático, lo explicaba sin rodeos: “Los jóvenes aportan entusiasmo, pero tienen que aprender muchas cosas. No tengo prejuicios, solo elijo al mejor equipo para ganar.” Y, en efecto, su método funcionó. El Madrid de Ancelotti fue campeón y estable.

El caso de Franco Mastantuono refuerza la idea de la nueva era de Xabi. El argentino, de apenas 18 años, acumula ya 602 minutos oficiales, 462 de ellos en LaLiga, repartidos en ocho partidos. A la misma edad, dos temporadas atrás, Arda Güler apenas había disputado 447 minutos en toda su primera campaña como madridista, marcada por lesiones y la prudencia de Ancelotti.

Esa decisión de Alonso de lanzar al vacío a sus jóvenes, y sostenerlos cuando fallan, está definiendo una nueva cultura dentro del vestuario.

En el Real Madrid actual, Güler no solo juega: ordena, interpreta y da ritmo. Ante la Juventus, fue mucho más que el MVP del encuentro: completó el 95% de sus pases, generó una ocasión clara, superó en regate a sus rivales y dejó la sensación de que el balón le pertenece por derecho natural. Para Xabi Alonso, es “un jugador que disfruta cuando está cerca del balón”. Para el madridismo, es la promesa que empieza a hacerse realidad.

El entrenador vasco lo resume con una frase que parece el manifiesto de su Madrid: “Queremos más. Arda está en el proceso de mejorar todo. Con la edad que tiene y la calidad que posee, hay que acompañarle, no protegerle.”

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