El Atlético de Madrid ha dado un paso firme hacia la renovación de su plantilla con una estrategia clara: rejuvenecer el equipo sin perder competitividad. Tras una temporada en la que perdió las tres competiciones en apenas un mes, y un irregular Mundial de Clubes, la dirección deportiva está realizando una profunda reestructuración para dar inicio a una nueva temporada. Además, Simeone ha comenzado la pretemporada con muchos fichajes, a diferencia de otros años.
En lo que ya se considera uno de los mercados más activos de los últimos años, el club ha invertido más de 150 millones de euros en fichajes de jóvenes con gran proyección. Han llegado Matteo Ruggeri (22 años), Álex Baena (23), Johnny Cardoso (23), Thiago Almada (24), Marc Pubill (22) y David Hancko (27), todos llamados a ser protagonistas en el nuevo esquema de Simeone. A ellos se les suman las incorporaciones de Clément Lenglet y Juan Musso, que estaban en el equipo en calidad de cedidos la temporada pasada.
Paralelamente, el Atlético de Madrid ha dado salida a varios jugadores veteranos que habían cumplido ciclo. Azpilicueta (35), Witsel (36), Reinildo (31), Saúl Ñíguez (30), Ángel Correa(30), Rodrigo Riquelme (25) y Rodrigo De Paul (31), ya no forman parte del equipo. Esta limpieza ha reducido notablemente la edad media de la plantilla y ha aligerado la masa salarial.
El capitán Koke ha respaldado públicamente en El Larguero esta transición, destacando el entusiasmo y la calidad de los nuevos fichajes.
“Ha venido gente con una ilusión enorme, joven, fresca, que va a escuchar y estar atentos a todo lo que les pida el entrenador ”.
Con estos cambios, desde el Atlético de Madrid no solo busca resultados inmediatos, sino cimentar un proyecto que era necesario para el club. Jóvenes que aporten dinamismo, intensidad y hambre de títulos. Rejuvenecer el equipo era clave, Simeone quiere construir un equipo que pueda rendir tanto en el presente, como en el futuro.
