El Barça ha ganado LaLiga a su manera, como se ha acostumbrado en los últimos años… Con la exuberancia de una estrella. Con un juego fluido y vistoso en la cotidianidad, pero con la aparición estelar de un jugador tocado por la varita en los días más importantes. La fórmula azulgrana ya se ha repetido. Porque una vez más el golpe deseado llega desde la banda derecha. Recepción por parte de un crack escorado en ese costado, amago hacia al medio para superar a los defensores rivales y golpeo lleno de destellos de magia para mandarla a guardar en la escuadra. Ahí, donde solo los genios saben meterla. La fórmula perfecta para un Barcelona campeón.
El rol de estrella hoy lo ha cumplido Lamine Yamal. Porque en medio de un partido atascado y frustrado sacó un nuevo truco de su chistera para anotar el primer tanto del encuentro y garantizar que el conjunto azulgrana consiguiese el título de liga. El ‘19’ del Barça también provocó la expulsión de Leandro Cabrera, por un codazo del defensor perico sobre el delantero español. Mientras que Fermín López anotó el segundo y definitivo gol sobre el final del encuentro. En un derbi caliente, como es habitual frente al Espanyol. Donde además, en las afueras del campo hubo un altercado que condicionó el transcurso del partido.
El fútbol se vio superado por la realidad
El fútbol no puede ser despojado de sus aficionados. En un derbi hay tanta tensión por el carácter e ímpetu de los jugadores, pero sobre todo por el corazón de la afición. Un corazón que dejó de latir con tanta fuerza cuando en mitad de la primera parte se escuchó hasta en dos ocasiones que había ocurrido un incidente fuera del estadio. Un coche atropelló a una multitud de personas.
Por lo que en gran parte de los aficionados se sintió un impacto, que los dejó impresionados y les alejó el foco del partido. Tanto así, que la grada Canito, donde suelen estar los ultras del Espanyol, se vació prácticamente por completo. Lo que terminó desencadenando en que ningún momento del encuentro se volviese a sentir el ambiente que se vivió cuando Urko tuvo un mano a mano frente a Szczesny en el minuto 4.
Según los Mossos d’Esquadra fue un accidente, que dejó a 13 heridos, pero a ninguno de gravedad. La versión oficial indica que el atropello no fue intencionado. Aun así, la mujer que perpetró estos actos ha sido detenida por los cuerpos policiales.
Los aspersores apagaron la fiesta azulgrana
A pesar de la luchada victoria, el Barcelona no pudo celebrar en condición de campeón como les hubiese gustado. En el retrovisor se avistaba la invasión de campo en Cornellá, cuando el equipo de Xavi conquistó el título liguero en 2023. Por eso Hansi Flick dio la instrucción de ser serenos. También es cierto que los encargados del campo perico no dejaron mucho espacio para hacerlo. Encendieron los aspersores con la intención de que los azulgranas se marchasen rápidamente. El único que ya estaba en los vestuarios fue Lamine Yamal, que se marchó al túnel nada más escuchar el pitido final del colegiado principal.
Algo a lo que Pedri no le quiso dar demasiada importancia en Movistar: “Han salido los riegos, estamos celebrando en la caseta y con ganas de ver a la familia que son los que están ahí”. Mientras que Fermín López apuntó a otra dirección: “Entiendo que con lo que paso la otra vez es normal. Pero al final creo que no hacemos daño a nadie. Estamos celebrando nuestra liga. Da la casualidad que es aquí… Y hemos ido para dentro lo más rápido posible”. “Ha demostrado ser un gran entrenador y tener sentido común”, opinó el entrenador del Espanyol, Manolo González, sobre la decisión de Flick de celebrar en los vestuarios. Añadió que no tenía ningún sentido provocar en campo de sus rivales.
Un Barcelona campeón que no necesita brillo para ganar
No ha sido un encuentro memorable por lo que se vio sobre el césped, sino por lo que significaba. El Barcelona alarga su racha de imbatibilidad en el RCDE Stadium. Mientras que alarga la particular racha de enfrentamientos directos contra el Espanyol. En los últimos cuatro derbis en campo perico, los azulgranas han conquistado dos títulos de liga. Por su parte, en los otros dos, el Barça sentenció al Espanyol al descenso.
Eso no quiere decir que los de Flick no hayan sufrido en el día de hoy. En el primer tiempo, los de Manolo González fueron profundos y peligrosos. Con un Javi Puado que destaca por ser tan incisivo, pero al que hoy le faltó precisión. Ya en la segunda parte el Barcelona pudo hacer las correcciones necesarias. Además, la entrada de Cubarsí por el lesionado Araújo también ayudó a los blaugranas a defender mejor esos ataques al espacio.
