Unas semifinales con aire de revancha

FC Barcelona e Inter de Milán se rencuentran en las semifinales de la Champions 15 años después

En la temporada 2009/2010, Inter de Milan y FC Barcelona se vieron las caras por última vez en unas semifinales de la Champions. Previamente esa temporada ambos equipos ya se habían enfrentado en la máxima competición europea, pues ambos compartieron grupo en la fase clasificatoria. 

En esta primera fase se terminó imponiendo el FC Barcelona, con 11 puntos respecto a los 9 del Inter de Milán. En los enfrentamientos el conjunto español logró una victoria por 2 a 0 en el Camp Nou y un empate a cero en el Giuseppe Meazza. Los dos equipos clasificaron a los octavos, y llegarían hasta las semifinales, donde se volverían a cruzar.

El origen de la mayor rivalidad en la historia de los banquillos

Las semifinales supondrían la primera piedra de una de las mayores rivalidad de la historia del fútbol moderno. Una rivalidad de banquillos. Pep Guardiola en el FC Barcelona y José Mourinho en el Inter de Milán eran considerados por entonces los entrenadores del momento. Una rivalidad que fue creciendo y que alcanzaría su mayor tensión con la llegada del portugués al banquillo del máximo rival, el Real Madrid.

Pep Guardiola y José Mourinho (X: Samuel Vargas)

Inter de Milán 3 – 1 FC Barcelona (Ida)

El FC Barcelona llegaba a Milán como vigente campeón del torneo, y comenzó adelantándose en la eliminatoria con un gol de Pedro Rodríguez. Tanto el del canario que fue contrarrestado rápidamente con el empate a uno obra de Wesley Sneijder antes del descanso.

En la segunda parte el Inter de Milán hizo valer la localía, y con los goles de Maicon y Diego Milito, se llevaron este primer partido de la lleve, dejando encarrilada la eliminatoria antes de viajar a Barcelona. Cabe destacar que en los tiempos actuales, el 3-1 obra del argentino no habría subido al marcador al anotar este en claro fuera de juego.

Un partido de vuelta tenso en Barcelona

Para el partido de vuelta, el FC Barcelona quiso invocar el espíritu de la remontada, motivada por la posibilidad de disputar la final de la Champions en la casa de su eterno rival, el Santiago Baernabéu. En la rueda de prensa anterior al partido, José Mourinho se encargó de calentar el partido con unas declaraciones en defensa del club blanco, por el que terminaría fichando al terminar la temporada.

José Mourinho: “lo del Barcelona es una obsesión, es antimadridismo”

Ya en el partido, el Barça salió con todo en busca de la remontada. La complicada gesta se hizo menos imposible con la polémica expulsión de Thiago Motta para el Inter de Milán sobre la media hora de partido. El centrocampista vió la roja tras soltar el brazo y que este impactara levemente con el rostro de Sergio Busquets. El catalán fue al suelo tapándose la cara, y solo destapó su rostro para comprobar si las cámaras lo estaban grabando.

Partido muy polémico

La expulsión no hizo otra cosa que llevar al Inter a implicarse defensivamente, lo que llevó a la desesperación a los jugadores y aficionados del FC Barcelona. El conjunto culé no lograría marcar hasta seis minutos antes del final, en una maniobra de delantero del central Gerard Piqué para dejar sentado a Julio César y marcar a puerta vacía (1-0).

La polémica definitiva llegaría con el gol anulado a Bojan Krkíc en los últimos segundos. El gol que le habría dado la clasificación al FC Barcelona para la final del Bernabéu fue anulado por el árbitro portugués, Olegario Benquerença, al interpretar este una mano previa de Yayá Touré

Así pues, el Inter de Milán terminaría clasificándose para la final. José Mourinho y los jugadores del Inter celebraron en el césped del Camp Nou, a lo que el Barça respondió encendiendo los aspersores, dando lugar a una de las imágenes más míticas de aquella edición de la Champions.

José Mourinho celebrando en el Camp Nou la clasificación del Inter de Milán a la final de la Champions (X: Paul Tenorio)

El Inter de Milán se terminó imponiendo en la final del Santiago Bernabéu por 0-2 ante el Bayern de Múnich gracias a un doblete de Diego Milito. De esta forma levantaron al cielo de Madrid su tercera orejona.

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