Esta tarde el FC Barcelona recibe al Villarreal en el Estadio Olímpico Lluís Companys en un partido con dos realidades completamente opuestas: los culés, ya campeones de LaLiga, llegan sin presión y aún con resaca emocional (y quizá literal) tras celebrar el título el pasado viernes; mientras que el “Submarino Amarillo” se juega su penúltima bala para meterse en la próxima edición de la Champions League.
El FC Barcelona sigue de fiesta
El Barça, que se coronó campeón de forma matemática en la jornada anterior, vivió una fiesta por todo lo alto hace apenas 48 horas. La plantilla celebró con su afición el título 28 de Liga, y aunque Hansi Flick ha asegurado que “quien puede divertirse también puede trabajar”, no se descarta una alineación cargada de rotaciones, minutos para jóvenes del filial y un ambiente más distendido que competitivo.
"Tenemos que hacer algunos cambios, pero esperaremos hasta mañana. Si pueden salir de fiesta, también pueden trabajar. No hay excusas".
— FC Barcelona (@FCBarcelona_es) May 17, 2025
🎙️ HANSI FLICK pic.twitter.com/syWY6hpLtQ
Por su parte, el Villarreal llega con la calculadora en la mano: necesita ganar o, como mínimo esperar otros resultados (que el Real Betis no le gane al Atlético de Madrid) para asegurarse mátematicamente la quinta plaza que da acceso a disputar la Champions League. Los de Marcelino tienen una gran oportunidad, pues saben que enfrentarse a un Barça relajado puede ser una oportunidad de oro… o una trampa si bajan la guardia ante la calidad blaugrana.
𝑆𝑒𝑟 𝑑𝑒𝑙 𝐵𝑎𝑟𝑐̧𝑎 𝑒́𝑠 𝑒𝑙 𝑚𝑖𝑙𝑙𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒 ℎ𝑖 ℎ𝑎 pic.twitter.com/GAGbBYEt60
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El partido será también una especie de ceremonia de cierre simbólica para el equipo catalán ante su afición, en una temporada marcada por altibajos pero que termina con un sabor dulce gracias al título liguero. No hay mejor cierra para el que se espera, sea el último partido del FC Barcelona en Montjuic. Para el Villarreal, en cambio, es una final encubierta.